Susana Giménez entrevistó al Dalai Lama,
el líder espiritual del budismo tibetano. Las imágenes se vieron el
miércoles por la noche, desde las 21, por la pantalla de Telefe.
El religioso, quién llegó el martes 13 a la Argentina para traer su
mensaje universal de paz, conversó con Susana acerca de sus pensamientos
y sus vivencias.
"Tuve el honor, el placer de que me recibiera Su Santidad, el
Dalai Lama. Estoy muy nerviosa, ustedes sabrán entender las
circunstancias”, dijo la diva, antes de presentar a su
particular entrevistado: "Era un simple monje budista, para mí sos el
mejor”. Susana trató de recordar lo que le había dicho durante su visita
a Dehli, pero el líder espiritual no se acordaba. Sin embargo,
respondió con contundencia a todas las preguntas de la conductora.
"La ira, el odio, los celos y la soledad todos están
centrados en una actitud egoísta. Cuando menos seamos egoístas más nos
concentramos en el bienestar de otros”, explicó el Dalai Lama, y la diva después preguntó qué es la meditación: "La meditación es la energía de nuestra mente.
Nuestra mente suele estar dispersa y no puedes controlar la mente.
Cuando leemos algo, y escuchamos algo, nuestra mente sigue el sonido.
Con la meditación, nos concentramos, toda la energía se concentra en un
lugar. Es una mente con un solo foco. Mientras que la meditación
analítica se analiza y se enfoca en un punto y luego se llega más
profundo”.
Sorprendentemente, el monje destacó que un asesino también practica meditación: "Esta gente que quiere matar a alguien, ellos también practican la meditación, planean su método cuidadosamente. La meditación es un instrumento para controlar tu mente. Debemos pensar y meditar en sentimientos positivos como amor genuino,
no amor tendencioso. Dios nos enseñó ese tipo de amor y compasión,
mientras que ira, odio, miedo y celos, simplemente damos por sentado que
son parte de nuestra mente. Pero hay emociones que son destructivas.
Debemos tomar conciencia de esta naturaleza destructiva. Amor y
compasión, son sentimientos constructivos. Cuando sentimos ira debemos
separarnos de ella. Tenemos que ocuparnos de nuestra mente, por eso
cuando recibimos ira tenemos que sonreír”.
Susana le preguntó sobre la Reencarnación: "Los
budistas creen en la Reencarnación. Desde el punto de vista budista
creen en la vida después de la vida, en la continuación de la mente,
mientras que en cuanto a qué tipo de vida es la siguiente, él dijo: "Depende
de la actitud de ahora, si uno tiene una vida positiva se garantiza que
la próxima vida sea buena. Si engaña, el destino será seguir el de un
animal. Debes ser bueno en esta vida".
"¿Hay que temerle a la muerte?”, preguntó Susana y
el Dalai respondió: "Hay mucho apego en esta vida. La muerte significa
separarse permanentemente, ese es el miedo principal. Pero si crees que Dios crea la vida, entonces, la muerte también es una creación de Dios.
El budismo y el catolicismo son casualidades. Ya usé este cuerpo, ahora
lo cambiaré por uno nuevo. Con el entrenamiento de la mente en la
próxima vida podemos recordar a amigos de la vida anterior”.
El entrevistado contó que es Dalai Lama desde los 14 años: "Los
miembros del Consejo llamaron a mi madre. Cuando el grupo de monjes
llegó a mi casa reconocí a algunos de ellos y les dije su nombre con
recuerdos nítidos de vidas pasadas. Un Dalai Lama no puede
retirarse, pero ahora cambié la tradición de 400 años. El líder
espiritual y el político deben estar separados”.
"Yo hago cuatro o cinco horas de meditación por día.
Por la mañana analizo la influencia de estas horas y dura el resto del
día. Me siento feliz”, dijo, mientras que los "puntos para llegar a la
felicidad, una clave especial para los jóvenes es que la gente de
treinta o veinte es que mucha gente cree que la violencia es la solución
a los problemas, pero hay que enfrentar los problemas con diálogo,
conversación. Son la generación del siglo XXI. Pueden lograr un mundo
mejor, deben prepararse en sus mentes. La gente sólo habla de dinero y niegan el valor personal de cada uno. Esto crea mucho problema en nuestra creación. DebeN prestar más atención al valor interior.
La paz interior es muy importante para tener una vida feliz. La
educación y el desarrollo de la inteligencia son fundamentales y cada
uno debe pensar en toda la humanidad. Si toda la humanidad es feliz, uno
individualmente también lo es”.
Fuente Teleshow