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Lo oriental está de moda hasta en el sexo. Lo último es aplicar la filosofía de vida Tao para mejorar la vida sexual. Se trata de conseguir el equilibrio a través de la dieta, la meditación, la respiración, ciertos ejercicios y, sobre todo, una forma muy especial de practicar el sexo. La filosofía taoísta proviene de China donde, desde hace más de dos mil años, se tiene la conciencia de que la sexualidad es una parte integral del ser humano. Para el Tao no existe el morbo, la represión o la culpa. El sexo no sólo es satisfactorio, sino muy saludable tanto física como psíquicamente y está relacionado con la belleza y la longevidad. Los orientales han practicado el ¿arte sexual¿ durante milenios partiendo de los principios básicos del Tao. Buscando la satisfacción de la mujer Los puntos más importantes en los que el Tao del sexo y del amor difieren de la sexualidad occidental son la regulación de la eyaculación, la satisfacción plena de la mujer y la diferencia entre orgasmo masculino y eyaculación. Apuesta por la salud física y mental Estos aspectos han empezado a ser retomados en Occidente por los sexólogos, ya que han descubierto que proporcionan una mayor satisfacción en la relación de pareja. El Tao y las teorías sexuales modernas confluyen en el hecho de que el objetivo en la relación sexual no debe ser ni el orgasmo ni la eyaculación. El Tao va incluso más allá, pues indica que el objetivo del sexo es la salud mental y física tanto del hombre como de la mujer. Sin tener que recurrir a ningún sexólogo, ampliando lo que te contamos en este artículo con algún libro específico, puedes abrir las puertas de una vida sexual nueva infinitamente más satisfactoria para ti y para tu pareja. Aplicando los principios del Tao, puedes transformar tu sexualidad en una experiencia nunca antes imaginada. El arte de retozar Para el Tao, la armonía existente entre el yin y el yang se aplica en el acto sexual, de manera que sin importar el cansancio, la energía o el tiempo que se tenga, se puede llevar a cabo una unión sexual satisfactoria que involucre un alto nivel de amor entre la pareja, por lo que el vínculo se verá fortalecido. El Tao invita a los amantes a disfrutar el uno del otro sin prisa, a jugar y, en definitiva, a lo que en Occidente llamamos retozar. Poniendo en práctica las técnicas y posiciones de esta filosofía oriental, tu pareja y tú disfrutaréis de niveles de sensualidad, afecto y erotismo antes no alcanzados. Las técnicas del Tao sexo muestran un conocimiento profundo del funcionamiento del cuerpo y de las emociones humanas de cada sexo. Su objetivo es cultivar el placer y lograr aumentarlo cualitativa y cuantitativamente mediante el erotismo. Pero éste no se basa sólo en caricias mutuas, sino en la manifestación de sentidos: tocar, oír, oler y saborear a la pareja. El Tao te proporciona muchas ideas para preparar ¿el arte de retozar¿: Plantearlo como una ceremonia. Prepara todos los pasos con detalle y tómate tiempo para estar lista internamente (date un baño, escucha música relajante, cuida tu cuerpo...) Tienes que pensar en la relación sexual como en una parte importante de tu vida. Decorar el ambiente donde se va a consumar el encuentro amoroso. Cada pareja debe construir su propio templo. Podéis realizar masajes con esencias aromáticas, esparcir flores por la cama, vestir ropa sensual, poner velas, música, colocar pequeños cuencos de comida con sabores que ayuden a despertar el apetito sexual (frutas pequeñas, miel, chocolate, té aromático, etc.) Liberar el cuerpo. Es necesario quererlo como es, animarse a mostrar las mejores cualidades del mismo sin trabas ni complejos, y halagando a la pareja. Para el taoísmo es esencial mantener relaciones sexuales constantemente, para enriquecerse de forma mutua en todos los aspectos. Trabajar la respiración de forma suave. Es preciso hacerlo de manera adecuada y por la nariz, relajándose y olvidando todo lo que acontece fuera. Lo único que importa es el placer de disfrutar del momento. Una vez finalizado el acto sexual, el Tao recomienda a la pareja no separarse, ya que es un instante de extremada sensibilidad. Es el momento de intercambiar las experiencias positivas. Cómo practicar el Tao sexo Una vez preparado el ambiente, llega el momento de poner en práctica las técnicas del Tao sexo para volverle loco. Te hemos preparado una sesión de iniciación para ir abriendo boca: Caricias para él. Dile que se desnude y se ponga cómodo. Empieza acariciándole el pecho, el interior de los muslos, los dedos, el lóbulo de las orejas, los brazos... dejando el pene para el final. Caricias para ti. Ahora es él quien debe recorrer tus puntos más eróticos y sensibles, que no son siempre los que te imaginas. Dile que empiece por las manos, los labios y los pies. Que siga luego por la espalda, la cabeza, las caderas y los muslos, las orejas y el cuello. Para el final, los pezones y el clítoris. Respiraciones sensuales. Para amortiguar un poco el efecto de las caricias, practicad algunas respiraciones relajantes: inhalad y exhalad ensanchando al máximo y con lentitud el diafragma. Probad luego a hacer lo mismo pero llenando el vientre. Respirad siempre por la nariz. Rodeos placenteros. Aunque los pezones y el clítoris son tus puntos más erógenos, dile que no te los estimule inmediatamente. Que te acaricie antes el cuello, los muslos, las manos... que te bese y te chupe antes de pasar a estas zonas. Retrasar la eyaculación. Cuando él esté cerca de la eyaculación, extrae tú misma el pene, presiona la punta durante 3 ó 4 segundos y espera otros 10-15 segundos antes de volver a introducirlo. El placer puede ser cultivado valiéndose del erotismo, el cual no es otra cosa que la pasión amorosa. Para ello se hace hincapié no sólo en las caricias que se pueden hacer mutuamente, sino también en la manifestación de cada uno de los sentidos: tocar, oír, oler y saborear a la pareja. Esta doctrina apunta a que la pareja construya su propio lugar antes de hacer el amor, en donde pueda manifestar sus sentidos con libertad, con ropa atractiva, amplitud de movimientos, y con aromas y sabores que le ayuden a despertar y profundizar el apetito sexual y toda su sensualidad. Adjuntamos una pequeña nota extraida de la web ( desconocemos el autor)
Para llevar a cabo el sexo oriental hay ciertas cosas para hacer que son de suma importancia, como la de aplicar todos los sentidos, y la de respirar suavemente. Esto se lo hace por la nariz, relajándose, olvidándose de todo lo que ocurre alrededor y de lo que ha acontecido en el día, dejando como única cosa importante el placer de disfrutar el momento. Otro paso consiste en liberar el propio cuerpo, queriéndolo y animándose a mostrar las mejores cualidades del mismo, sin trabas ni complejos. Para el taoísmo es importante mantener relaciones sexuales continuamente, porque así se enriquece la pareja en todos los aspectos (se concilia mejor el sueño, se interrelaciona mejor con otras personas, se logra una actitud positiva de la vida, etc.). Una vez que ha finalizado el acto sexual, se recomienda no separarse de la pareja. Principalmente, porque se trata de un instante de extrema sensibilidad que conviene compartir, cuerpo a cuerpo, intercambiando las experiencias positivas de haber disfrutado el acto. A continuación, conoceremos algunas de las cuatro posiciones fundamentales (que tienen una infinidad de variantes). Estas cuatro posturas constituyen el punto de partida y está en cada persona dejar que la imaginación haga el resto. - Posición superior del hombre (misionero). - Posición superior de la mujer. - Posición lateral del hombre y de la mujer frente a frente. El hombre está sobre su costado derecho y la mujer sobre su costado izquierdo o viceversa. - La mujer de espaldas al hombre. Llevando a cabo algunas de estas técnicas, simples por cierto, se podrá lograr un mayor rendimiento en las relaciones sexuales, no en cuanto a cantidad sino, y lo que es más relevante, en cuanto a calidad, porque tener calidad de sexo implica tener calidad de vida.
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