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DESPUÉS DE TODO TÚ ERES LA ÚNICA MURALLA... SI NO TE SALTAS NUNCA DARÁS NI UN SOLO PASO
Spinetta
Este es un breve resumen, muy simplificado, de las teorías de Albert Ellis, un genial psicoterapeuta norteamericano que revolucionó la psicología. Personalmente hice este tipo de terapia, que empecé con mucho escepticismo pero terminó cambiándome la vida, ayudándome a superar la fobia social. Espero que sirva para difundir estas teorías, y ojalá ayude a otros como me ayudó a mí. Como experiencia puedo decir que no hay soluciones mágicas para ningún problema, nadie va a venir a salvarnos (sea psicólogo, cura, filósofo o manochanta) si no que somos nosotros mismos los que tenemos que esforzarnos en cambiar nuestra forma de pensar y ver las cosas para vivir mejor, en eso está basada esta teoría y es lo que la hace tan humana.
La ansiedad de estar con gente "Yo no podía aceptar invitaciones ni ir a fiestas. Por un tiempo ni siquiera podía ir a mis clases. En mi segundo año de facultad tuve que quedarme en mi casa durante un semestre. Mi miedo podía presentarse en cualquier situación social. Sentía ansiedad aún antes de salir de mi casa y aumentaba al irme aproximando a mi clase, a la fiesta o adonde quiera que iba. Sentía el estómago descompuesto y casi creía tener gripe. Mi corazón latía fuertemente, las palmas de las manos se me llenaban de sudor y tenía la sensación de estar separado de mí mismo y de todos los demás. Cuando entraba a un salón lleno de gente, me ruborizaba y sentía que todos los ojos estaban puestos en mí. Me daba vergüenza pararme en un rincón yo sola pero no podía pensar en qué decir a nadie. Me sentía tan torpe que me quería ir inmediatamente." Concepto La fobia social es un miedo intenso de llegar a sentirse humillado en situaciones sociales, especialmente de actuar de tal modo que se coloque uno en una situación vergonzosa frente a las demás personas. Frecuentemente es hereditaria y puede estar acompañada de depresión o de alcoholismo. La fobia social frecuentemente comienza alrededor del principio de la adolescencia o aún antes. Si usted sufre de fobia social tiene la idea de que las otras personas son muy competentes en público y que usted no lo es. Pequeños errores que usted cometa pueden parecerle mucho más exagerados de lo que en realidad son. Puede parecerle muy vergonzoso ruborizarse y siente que todas las personas lo están mirando. Puede tener miedo de estar con personas que no sean las más allegadas a usted. O su miedo puede ser más específico, como el sentir ansiedad si tiene que dar un discurso, hablar con un jefe o alguna otra persona con autoridad, o bien aceptar una invitación. La fobia social más común es el miedo de hablar en público. En ocasiones, la fobia social involucra un miedo general a situaciones sociales tales como fiestas. Menos frecuente es el miedo de usar un baño público, comer fuera de casa, hablar por teléfono o escribir en presencia de otras personas, como por ejemplo, escribir un cheque. LA TERAPIA RACIONAL EMOTIVA CONDUCTUAL Dentro de la psicología, en los últimos años se fue produciendo un fenómeno que se conoce como la revolución cognitiva. La Terapia Racional-Emotiva (TRE) fue la primera dentro de este enfoque cognitivo. Su creador fue Albert Ellis, quien nació en Pittsburg en 1913 y falleció en 2007 a la edad de 93 años. En la elaboración de su teoría influyó el haber sido un adolescente muy tímido, con temor a hablar en público y muy ansioso en su relación con las mujeres. Ellis se formó en psicoanálisis, mas rápidamente se fue desilusionando debido a los escasos resultados obtenidos con la técnica psicoanalítica. Decide dar un giro y empieza a enseñarles a sus pacientes los mismos principios que le habían servido a él. Es así como fue creando una terapia más breve, directa y efectiva, centrada en lo actual y en el cambio, con mayor implicación tanto del terapeuta como del paciente. No obstante, lo que consideraba fundamental era la influencia de las creencias sobre las emociones y las conductas. Él descubrió que las creencias de las personas afectaban profundamente sus emociones. Ciertas creencias irracionales hacían que las personas se sintieran deprimidas, ansiosas o enojadas, y las llevaban a comportamientos autodestructivos, y a una vida de sufrimiento crónico, como también otros problemas emocionales, aislamiento, timidez extrema o fobias. Qué es una creencia? La palabra "creencia" significa una "convicción en la verdad, validez de algo". Es un pensamiento con un componente emocional (convicción) y un componente fáctico (verdad o validez). Nuestras creencias pueden ser tanto positivas como negativas. Una creencia negativa no necesariamente es algo malo, sin embargo cuando creemos en algo que no es en realidad cierto o verdadero, esa creencia negativa puede transformarse en una creencia inapropiada o IRRACIONAL. Las creencias irracionales son un obstáculo para la felicidad o el bienestar, y para lograr nuestros deseos básicos de afecto y aprobación, confianza y logro de nuestras metas. Creencias Irracionales Básicas Cuando alguien tiene una de estas creencias irracionales, tiende a tener también otras y combinar las siguientes creencias irracionales: FATALISMO: creencias 100% desastrosas, signadas por palabras como horrible, desastroso, catástrofe. BAJA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN: creencias signadas por palabras como intolerable, insoportable, demasiado fuerte. VALORACIÓN GLOBAL (BLANCO-NEGRO): ideas que condenan o culpan a nosotros mismos o a alguien mas en una forma absoluta y definitiva. Signada por palabras como "perdedor", "idiota", "inútil", "idiota", "estúpido".
TREC (Terapia Conductual Racional Emotiva) se define por el ABC en inglés: -La A se refiere a la activación de las experiencias, tales como problemas familiares, insatisfacción laboral, traumas infantiles tempranos y todo aquello que podamos enmarcar como productor de infelicidad. -La B se refiere a creencias (beliefs) o ideas, básicamente irracionales y autoacusatorias que provocan sentimientos de infelicidad actuales. -Y la C corresponde a las consecuencias o aquellos síntomas neuróticos y emociones negativas tales como el pánico depresivo y la rabia, que surgen a partir de nuestras creencias. Aún cuando la activación de nuestras experiencias puede ser bastante real y causar un gran monto de dolor, son nuestras creencias las que le dan el calificativo de larga estancia y de mantener problemas a largo plazo. Ellis añade una letra D y una E al ABC: El terapeuta debe disputar (D) las creencias irracionales, de manera que el cliente pueda a la postre disfrutar de los efectos psicológicos positivos (E) de ideas racionales. Por ejemplo, "una persona deprimida se siente triste y sola dado que erróneamente piensa que es inadecuado y abandonado”. En la actualidad una persona depresiva puede funcionar tan bien como una no depresiva, por lo que el terapeuta debe demostrar al paciente sus éxitos y atacar la creencia de inadecuación, más que abalanzarse sobre el síntoma en sí mismo. A pesar de que no es importante para la terapia ubicar la fuente de estas creencias irracionales, se entiende que son el resultado de un "condicionamiento filosófico”, o hábitos no muy distintos a aquel que nos hace movernos a coger el teléfono cuando suena. Más tarde, Ellis diría que estos hábitos están programados biológicamente para ser susceptibles a este tipo de condicionamiento. Estas creencias toman la forma de afirmaciones absolutas. En vez de aceptarlas como deseos o preferencias, hacemos demandas excesivas sobre los demás, o nos convencemos de que tenemos necesidades abrumadoras. Existe una gran variedad de "errores de pensamiento” típicos en los que la gente se pierde, incluyendo… 1 Ignorar lo positivo 2 Exagerar lo negativo, y 3 Generalizar Es como negarse al hecho de que tengo algunos amigos o que he tenido unos pocos éxitos. Puedo explayarme o exagerar la proporción del daño que he sufrido. Puedo convencerme de que nadie me quiere, o de que siempre meto la pata. Hay 12 ejemplos de creencias irracionales que Ellis menciona con frecuencia: 12 Ideas Irracionales que Causan y Sustentan a la Neurosis 1-La idea de que existe una tremenda necesidad en los adultos de ser amados por otros significativos en prácticamente cualquier actividad; en vez de concentrarse en su propio respeto personal, o buscando aprobación con fines prácticos, y en amar en vez de ser amados. 2-La idea de que ciertos actos son feos o perversos, por lo que los demás deben rechazar a las personas que los cometen; en vez de la idea de que ciertos actos son autodefensivos o antisociales, y que las personas que cometan estos actos se comportan de manera estúpida, ignorante o neurótica, y sería mejor que recibieran ayuda. Los comportamientos como estos no hacen que los sujetos que los actúan sean corruptos. 3-La idea de que es horrible cuando las cosas no son como nos gustaría que fueran; en vez de considerar la idea de que las cosas están muy mal y por tanto deberíamos cambiar o controlar las condiciones adversas de manera que puedan llegar a ser más satisfactorias; y si esto no es posible tendremos que ir aceptando que algunas cosas son así. 4-La idea de que la miseria humana está causada invariablemente por factores externos y se nos impone por gente y eventos extraños a nosotros; en vez de la idea de que la neurosis es causada en su mayoría por el punto de vista que tomamos con respecto a condiciones desafortunadas. 5-La idea de que si algo es o podría ser peligroso o aterrador, deberíamos estar tremendamente obsesionados y desaforados con ello; en vez de la idea de que debemos enfrentar de forma franca y directa lo peligroso; y si esto no es posible, aceptar lo inevitable. 6-La idea de que es más fácil eludir que enfrentar las dificultades de la vida y las responsabilidades personales; en vez de la idea de que eso que llamamos "dejarlo estar” o "dejarlo pasar” es usualmente mucho más duro a largo plazo. 7-La idea de que necesitamos de forma absoluta otra cosa más grande o más fuerte que nosotros en la que apoyarnos; en vez de la idea de que es mejor asumir los riesgos que contempla el pensar y actuar de forma menos dependiente. 8-La idea de que siempre debemos ser absolutamente competentes, inteligentes y ambiciosos en todos los aspectos; en vez de la idea de que podríamos haberlo hecho mejor más que necesitar hacerlo siempre bien y aceptarnos como criaturas bastante imperfectas, que tienen limitaciones y falibilidades humanas. 9-La idea de que si algo nos afectó considerablemente, permanecerá haciéndolo durante toda nuestra vida; en vez de la idea de que podemos aprender de nuestras experiencias pasadas sin estar extremadamente atados o preocupados por ellas. 10-La idea de que debemos tener un control preciso y perfecto sobre las cosas; en vez de la idea de que el mundo está lleno de probabilidades y cambios, y que aún así, debemos disfrutar de la vida a pesar de estos "inconvenientes”. 11-La idea de que la felicidad humana puede lograrse a través de la inercia y la inactividad; en vez de la idea de que tendemos a ser felices cuando estamos vitalmente inmersos en actividades dirigidas a la creatividad, o cuando nos embarcamos en proyectos más allá de nosotros o nos damos a los demás. 12-La idea de que no tenemos control sobre nuestras emociones y que no podemos evitar sentirnos alterados con respecto a las cosas de la vida; en vez de la idea de que poseemos un control real sobre nuestras emociones destructivas si escogemos trabajar en contra de la hipótesis masturbatoria, la cual usualmente fomentamos. Para simplificar, Ellis también menciona las tres creencias irracionales principales: "Debo ser increíblemente competente, o de lo contrario no valgo nada”. "Los demás deben considerarme; o son absolutamente estúpidos”. "El mundo siempre debe proveerme de felicidad, o me moriré”. En otras palabras, si bien nuestras experiencias externas pueden ocasionarnos un gran monto de sufrimiento, son nuestras creencias las que determinan que permanezca en el tiempo, sobre todo influyen las valoraciones y exigencias personales basadas en creencias previas. Dichas creencias irracionales son el resultado de un ?condicionamiento filosófico? o de hábitos influenciados ya sea por la educación, por factores sociales o por predisposiciones biológicas, es decir, estarían programados biológicamente para ser susceptibles a este tipo de condicionamiento. A modo de conclusión, se estima que Albert Ellis logró dignificar y humanizar a las personas más allá de su salud mental o de su estado psicológico gracias a considerar que los problemas psicológicos provienen, en gran parte, de nuestros propios pensamiento acerca de lo que nos sucede; es decir, son creados por nosotros mismos y por nuestra ancestral cultura o modo peculiar de percibir los fenómenos. TÉCNICA El terapeuta utiliza su pericia para argumentar en contra de estas ideas irracionales en la terapia o, incluso mejor, conduce a su paciente a que se haga él mismo estos argumentos. Por ejemplo, el terapeuta podría preguntar… ¿Hay alguna evidencia que sustenten estas creencias? ¿Cuál es la evidencia para enfrentarnos a esta creencia? ¿Qué es lo peor que puede ocurrirle si abandona esta creencia? ¿Y qué es lo mejor que puede sucederle? Además de la argumentación, el terapeuta TREC se asiste de cualquier otra técnica que ayude al paciente a cambiar sus creencias. Se podría usar terapia de grupo, refuerzo positivo incondicional, proveer de actividades de riesgo-recompensa, entrenamiento en asertividad, entrenamiento en empatía, quizás utilizando técnicas de rol-playing para lograrlo, impulsar el auto-control a través de técnicas de modificación de conducta, desensibilización sistemática y así sucesivamente. Auto-aceptación Incondicional Ellis se ha ido encaminando a reforzar cada vez más la importancia de lo que llama "auto-aceptación incondicional”. Él dice que en la REBT, nadie es rechazado, aún sin importar cuán desastrosas sean sus acciones, y debemos aceptarnos por lo que somos más que por lo que hemos hecho. Una de las formas que menciona para lograr esto es convencer al paciente de su valor intrínseco como ser humano. El solo hecho de estar vivo ya provee de un valor en sí mismo. Ellis observa que la mayoría de las teorías hacen mucho hincapié en la autoestima y fuerza del yo y conceptos similares. Nosotros evaluamos de forma natural a las criaturas, y esto no tiene nada de malo, pero de la evaluación que hacemos de nuestros rasgos y acciones, llegamos a evaluar esa entidad holística vaga llamada "self”. ¿Cómo podemos hacer esto?; ¿Y qué bien hace?. Ellis cree que solo provoca daño. Ahí están, precisamente, las razones legítimas para promover el propio self o ego: Queremos mantenernos vivos y estar sanos, queremos disfrutar de la vida y demás. Pero existen muchas otras formas de promover el ego o self que resulta dañino, tal y como explica a través de los siguientes ejemplos: Soy especial o soy detestable. Debo ser amado o cuidado. Debo ser inmortal. Soy o bueno o malo. Debo probarme a mí mismo. Debo tener todo lo que deseo. Ellis cree firmemente que la autoevaluación conduce a la depresión y a la represión, así como a la evitación del cambio.
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