DECRETOS METAFÍSICOS del Maestro Saint Germain para la Provisión y la Abundancia
Compartelo en facebook YO SOY la Precipitación y la Presencia Visible de cualquier cosa que yo desee y no hay hombre ni cosa que pueda interferir en ello. YO SOY la Sustancia, la Opulencia, ya perfeccionadas en mi mundo, de todas las cosas constructivas que pueda yo concebir o desear. YO SOY la Riqueza de Dios en Acción ahora manifestada en mi vida y mi mundo. YO SOY las Riquezas de Dios fluyendo a mis manos y uso que nada puede detener. La Presencia YO SOY gobierna todo canal existente en manifestación y lo gobierna todo. YO SOY la Presencia Activa, trayendo este dinero a mis manos y uso instantáneamente. Dios en mí es el Guardián de mi Casa del Tesoro; luego, yo sé que Dios produce para mi uso visible y en gran abundancia, dinero tan rápido como yo requiero utilizarlo; y que éste nunca se atrasa y todas mis obligaciones aparentes son cubiertas a tiempo. ¡Revélame algo que ponga mis finanzas (las cuales me pertenecen por Derecho Divino) en mis manos rápidamente, y sosténme en ello a través de la sobrecogedora y sempiterna Luz y Amor! ¡Dios mío! ¡Dame algo de dinero, ahora, hoy! Yo puedo precipitar y precipito todo aquello que yo deseo. Lo Interno conoce la Perfección y ha precipitado lo Externo
YO SOY la Precipitación y la Presencia Visible de cualquier cosa que yo desee y no hay hombre ni cosa que pueda interferir en ello. YO SOY la Sustancia, la Opulencia, ya perfeccionadas en mi mundo, de todas las cosas constructivas que pueda yo concebir o desear. YO SOY la Riqueza de Dios en Acción ahora manifestada en mi vida y mi mundo. YO SOY las Riquezas de Dios fluyendo a mis manos y uso que nada puede detener. La Presencia YO SOY gobierna todo canal existente en manifestación y lo gobierna todo. YO SOY la Presencia Activa, trayendo este dinero a mis manos y uso instantáneamente. Dios en mí es el Guardián de mi Casa del Tesoro; luego, yo sé que Dios produce para mi uso visible y en gran abundancia, dinero tan rápido como yo requiero utilizarlo; y que éste nunca se atrasa y todas mis obligaciones aparentes son cubiertas a tiempo. ¡Revélame algo que ponga mis finanzas (las cuales me pertenecen por Derecho Divino) en mis manos rápidamente, y sosténme en ello a través de la sobrecogedora y sempiterna Luz y Amor! ¡Dios mío! ¡Dame algo de dinero, ahora, hoy! Yo puedo precipitar y precipito todo aquello que yo deseo. Lo Interno conoce la Perfección y ha precipitado lo Externo