Empieza la Invocación diciendo: "Solicito la asistencia de la Divina
Presencia de Dios "YO SOY", de mi amado Ángel de la Guarda, del amado
Arcángel Raphael y de los Amados Santos Ángeles de Lux".

1º EL
PERDÓN A UNO MISMO

Se visualiza a uno mismo, a tu niño interior parado enfrente de ti y mirándole
directamente a los ojos le dices: "Me perdono, me perdono, me perdono, yo
tengo la intención de perdonarme, me perdono por todo lo que yo te he hecho
(aquí se añade lo que salga de tu corazón) me perdono me perdono, me perdono, y
te pido que me perdones, que me perdones, que me perdones por cualquier daño
que yo te haya ocasionado, por cualquier carencia que te haya generado, etc.
(enumeras lo que vas sintiendo)".

Luego vemos que nuestro niño nos contesta: "Yo te perdono por todo, por
todo lo que tú me haz hecho, yo te perdono, yo te perdono de corazón, yo te
perdono, yo te perdono. Yo te perdono ¡por todo!, ¡TODO lo que tú me haz hecho!
¡Yo te perdono ABSOLUTAMENTE POR TODO lo que tú me haz hecho! Yo corto y libero
cualquier vínculo de dolor entre nosotros dos.

2º LA
BENDICIÓN

Luego visualizas que pones una de tus manos sobre su cabeza y lo bendices con
lo mejor que tú percibas. Y dices: "Yo te bendigo, Yo te bendigo, Yo te
bendigo, yo te bendigo con salud, con armonía, con prosperidad, con paciencia,
con comprensión, con felicidad, con amor, con abundancia... que tú seas muy
feliz, bendiciones para ti".

A continuación baja la mano e imagina que tu niño interior está levantando
ambas manos en dirección a ti poniéndolas sobre tu cabeza y que tiene algo muy
importante que decirte, algo fantástico. TODO lo que tu niño interior tiene
para decirte TIENE GRAN PODER. TODO lo que él te va a decir VA A SUCEDER.

"Te bendigo con armonía y con amor (en este momento te imaginas
resolviendo situaciones conflictivas). Yo te bendigo con prosperidad (imagínate
solucionando problemas materiales). Yo te bendigo con paciencia". Tu niño
te está bendiciendo con sucesos, éxitos, triunfos, felicidad, perseverancia y
prosperidad, te está diciendo: "Yo te bendigo con mucha, mucha
felicidad".

Luego visualizamos que tu niño interior está frente a ti y se va volviendo más
y más pequeño, cada vez más y más pequeño, hasta que es tan pequeñito que
estiramos nuestras manos, lo cogemos con mucha delicadeza y amor, y lo
guardamos dentro de nuestro corazón.

Te
abrazas en un abrazo muy profundo e íntimo. Automáticamente, del corazón de lo
dos sale un rayo de luz rosado maravilloso, envolviéndolos en Amor Divino y le
dices. "A partir de ahora el Amor Divino va a ser el único vinculo entre
tú y yo".

Permítete vivir ese momento, vivir ese abrazo, ese rosado... el abrazo y el
rosado representan el AMOR INCONDICIONAL que CURA TODO, que SANA TODO, que
ENTIENDE TODO, que SOLUCIONA TODO: LA QUINTA ESENCIA.

3º EL
AGRADECIMIENTO

Agradécele a tu niño interior por todo lo que sientas en ese momento, y
agradece profundamente a la Divina Presencia de Dios "YO SOY, a tu amado
Ángel de la Guarda, al Amado Arcángel Raphael y a todos los Amados Santos
Ángeles de Lux que te han asistido amorosamente en esta liberación.