Estoy tranquilo/a - Ejercicio para tranquilizarse.
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«ESTOY TRANQUILO» o «ESTOY TRANQUILA»



Esto no pretende ser una
afirmación acerca de vuestra propia realidad. Puede que en ese momento no
estéis tranquilos. Pero lo repetiréis como una formulación de propósito, como
una declaración de vuestra intención de llegar a esa situación de tranquilidad,
realizando el ejercicio. No entréis en el juego de que al mismo tiempo que
decís «estoy tranquilo» penséis:



«no, ¡que va! yo no estoy
nada tranquilo». Debéis afirmarlo con la intención de que es lo que queréis, y
que lo conseguiréis a través de lo que vais a hacer.



Después dirigiréis toda
vuestra atención al brazo



derecho (si alguien es
zurdo debe hacerlo con su brazo izquierdo) y, sintiendo vuestro brazo, notando
el brazo, repetiréis mentalmente «MI BRAZO DERECHO (o izquierdo) ESTA BLANDO».



Quiero hacer hincapié en
esto, porque con mucha frecuencia no estamos notando el cuerpo; sólo lo
sentimos cuando nos duele. Cuando no nos duele tenemos ausencia total de él.
Entonces, se trata de tomar conciencia del cuerpo y en concreto de vuestro
brazo derecho, y sintiéndolo, decir de cabeza (repetir mentalmente): «mi brazo
derecho está blando». Procurad no decirlo con los labios, ni siquiera en voz
baja.



Al decir la palabra
«blando», sobre todo las primeras veces, os puede servir de ayuda el recordar
cómo se pone blanda la goma cuando no se hace ninguna fuerza sobre ella. Con
esa imagen en la mente diréis:



«blandos», a los músculos
de vuestro brazo derecho



(o izquierdo).



Pero con todo, todavía no
sabéis cuándo los músculos del brazo derecho están relajados, porque aún no os
he dicho cual es la retro-información que recibiréis, es decir, lo que
sentiréis cuando los músculos del brazo derecho se hayan relajado.



Generalmente se suele
sentir una o varias de estas



sensaciones:



1. Se puede sentir como si
el brazo estuviese pesando



más sobre el brazo del
sillón.



2. Otras personas notan
como si el brazo estuviera



flotando.



3. También se puede notar como
si uno no tuviera



brazo. Una sensación de
ausencia, como si el brazo



hubiera dejado de existir.



Cualquiera de estas
sensaciones las tomaremos como señales de que los músculos del brazo derecho
están blandos, relajados. Cuando dentro de un momento, al hacer el ejercicio,
sintáis peso, o que el brazo flota, o como que no tenéis brazo, en ese momento
vuestros músculos están informando a vuestro cerebro que ya están blandos, ya
están relajados.



 



*Práctica del libro de
Relajación Creativa de Eugenio Herrero Lozano

Categoría: Meditaciones | Agregado por: TerapiasDiarias (10.de Junio.2011)
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