MEDITACION -RELAJACIONES MEDITATIVAS
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Autor: Francisco Barrios Marco
Fisioterapeuta.
Instructor en Técnicas de Relajación.


Hemos de tener en cuenta que la línea que separa la
relajación de la meditación es muy estrecha y difuminada, y solo el que
realiza el ejercicio llega a saber cuando este pasa de un simple relajar
la musculatura a un proceso de integración y de autorrealización
personal. Podemos considerar a la meditación como un peldaño más elevado
que la relajación pero dentro del mismo ámbito del desarrollo de la
conciencia.

Vivimos en una sociedad muy
exigente, nos demanda continuamente nuevas formas de adaptación a
cambios que se suceden sin cesar, hemos de acelerar a toda prisa para
permanecer en el mismo sitio, la continua sobresolicitación a la que se
ve sometido nuestro organismo automatiza una respuesta de tensión ante
cualquier estímulo externo, de forma que cualquier novedad viene ya
interpretada por el filtro de la mente como una amenaza, es preciso
actuar frente a este proceso que nos destrozará sin que nos demos cuanta
como hace con tantas otras personas cada día.


¿Qué podemos hacer?, si nos damos cuenta que toda nuestra actividad
diaria está volcada al exterior, podemos empezar a intentar invertir esa
tendencia, si me doy cuenta que al levantarme por la mañana tengo el
día lleno de debo hacer esto, debo hacer, debo hacer aquello, sin apenas
tiempo para mi, es el momento de plantearse la practica de ejercicios
de relajación o meditativos.

La ventaja
esencial de las técnicas meditativas es que enseñan a la mente a hacer
una cosa a la vez, la atención se centra y se mantiene a voluntad sobre
un pensamiento, emoción u objeto, observando con atención pero sin
juicio critico, de forma desapasionada. Aprendemos con el paso del
tiempo a ver y comprender lo que nos sucede sin el filtro de la mente
critica, que sin darnos cuenta nos controla siempre actuando antes de
que lo percibamos, la meditación, la relajación son en cierta forma
medios para parar el mundo.

EJERCICIOS:

1.-
Meditación con los sonidos. Tumbado o sentado con los ojos cerrados,
presta atención a la respiración durante unos instantes, deja que se
produzca una sensación de calma y a partir de ese momento presta
atención a los sonidos que se escuchan a tu alrededor, escúchalos todos,
en su conjunto, con ecuanimidad, no te dejes atrapar por ninguno de
ellos, hay sonidos próximo y distantes, esta el sonido de mi
respiración.

Puede practicarse en un lugar tranquilo o en un
lugar ruidoso, puede practicarse igualmente en cualquier lugar con los
ojos abiertos y siendo especialmente consciente de los sonido de
alrededor.

2.- Meditación con el pensamiento. Sentado o tumbado
tomo conciencia de mi respiración, conforme un estado de tranquilidad me
invade presto atención a los pensamientos, no hago más que observarlos,
no me identifico con ellos, no los evito, no los juzgo, simplemente
observo como en mi mente brotan pensamientos, al igual que con los
sonidos no me dejo atrapar por ninguno, me mantengo como un observador
imparcial al margen de los mismos, sin identificarme, la mente los crea,
la mente los observa. Soy más que mis pensamientos, más que las
sensaciones, soy el que observa que es esto que sucede.

3.-
Meditación con las emociones. Comienzo con alguno de los ejercicios
anteriores, cuando llevo un cierto tiempo con ellos puedo observar la
aparición de alguna emoción, puede ser agradable o desagradable, la
observo sin identificarme con ella, en vez de evitarla me centro por
unos momentos en ella, si es de calma tiendo a identificarme más, me
siento satisfecho de mi logro, procuro observar con imparcialidad, está
ahí, pero puedo observar sin identificación; si la emoción es ingrata
intento huir de ella, eso no es observar, procuro observar sin
identificarme. Las emociones negativas y las positivas son fuentes de
identificación muy fuertes, y cuando me identifico me transformo en
aquello a lo que presto atención, ya no soy Yo, observo y regreso a mi.

4.-
Meditación mantra. Un mantra es un método de liberar la mente por
medio de la palabra y el sonido, vamos a elegir una palabra que nos sea
útil: Om, paz, calma, energía. Sentado y en un lugar tranquilo con el
cuerpo ya relajado repito el mantra de mi elección, lo repito con voz
tenue, sin forzar las cuerdas vocales, con un ritmo natural, sin forzar
la respiración, dejo que la palabra se engarce con la respiración, y
dejo que el sonido me llene y me relaje, más y más. Pasados unos minutos
paso a repetir el mantra en voz más baja, sin distracción, pasado unos
minutos más me lo repito interiormente sin producir sonido alguno y
observo lo que sucede con atención. Continuo con el ejercicio entre 10 y
20 minutos, más adelante podré prolongarlo un poco más. Si me distraigo
vuelvo de nuevo toda la atención al sonido interior.

5.-
Meditación contemplativa. Elijo un objeto pequeño que me agrade y lo
coloco frente a mi, me encuentro sentado y con los ojos abiertos,
concentro mi atención en el objeto elegido, lo observo como si no lo
hubiera visto nunca antes, mi atención se encuentra en el objeto, no me
dejo atrapar por sensaciones, pensamientos o emociones que surjan en
relación con el objeto o con la misma experiencia de observación, lo
contemplo sin identificación y me mantengo atento a lo que observo.
Realizo el ejercicio con una duración de entre 10 y 20 minutos, no es
preciso sobrepasar esta duración. Aunque puedo finalizar el ejercicio en
cualquier momento que perciba que mis ojos están cansados.

6.-
Meditación completa. Me encuentro sentado, con los ojos abiertos, veo
todo lo que hay frente a mí, en vez de centrar mi atención en un objeto
la centro en todo lo que mi vista abarca, es como si tuviera una imagen
digital frente a mi y mi mente prestara idéntica atención a cada píxel,
no permito que se identifique con ningún objeto ni color particular,
observo y veo la imagen completa dedicando igual atención a cada átomo
de información visual. No me identifico con nada, observo, observo.
Comienzo este ejercicio con una duración de entre 5 y 10 minutos,
realizándolo una vez al día.

La práctica de
las técnicas meditativas suele ser grata desde el comienzo, sin embargo
es cuando se lleva más de un mes con los ejercicios cuando comenzamos a
notar que produce efectos de calma sobre los actos de cada día. La
experiencia es personal e intransferible, es recomendable no dedicar
tiempo a convencer a nadie para que practique relajación o meditación,
el proselitismo no funciona aquí, cuando llega el momento casi sin saber
como uno se encuentra aprendiendo este tipo de técnicas y aunque
quieras compartirlas de inmediato con los demás, vale la pena al
principio resistir la tentación y seguir trabajando, seguir
practicando, simplemente.
Categoría: Meditaciones | Agregado por: TerapiasDiarias (04.de Abril.2011)
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