MEDITACION-Pasos Previos
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Autor: Francisco Barrios Marco
Fisioterapeuta.
Instructor en Técnicas de Relajación.

1- Requisitos para la práctica de la Relajación.

2- Ejercicios de preparación a la relajación.

3- Precauciones.

1- Requisitos para la práctica de la Relajación.

Cuando
se comienza la practica de relajación resulta en la mayor parte de las
ocasiones una fuente de sensaciones extraordinarias, agradables,
placenteras, aparece un nivel de descanso más profundo, y se instaura
una sensación de tener a disposición más energía, más vitalidad. En
general se tiene conciencia de que se ha tomado contacto con algo muy
valioso. Sin embargo pasa el tiempo y personas que han tenido esta
experiencia, que están seguros de ella, abandonan la relajación, ¿por
que?, son variados los motivos: el olvido es una característica del ser
humano, la falta de preparación inicial suele ser la causa más común, la
falta de compromiso ya que no hay nadie con quien trabajar ni forma de
verificar los progresos, en suma se produce un estancamiento, una
rutina....y el olvido.

Cuando un deportista se inicia en la
actividad deportiva, simplemente practica el deporte que le apetece y
disfruta con ello, es así de simple, pasado un tiempo su evolución se
detiene y su calidad no mejora, entonces si quiere progresar tiene a su
disposición una serie de medios que lo permitirán: realiza
entrenamientos específicos de estiramientos, resistencia, velocidad,
fuerza, así como amplia su bagaje técnico para responder mejor ante
diversas situaciones, en resumen: mejora sus cualidades físicas,
mentales y emocionales ya que el esfuerzo realizado le proporciona una
seguridad personal, y su desarrollo en el mundo del deporte prosigue.

En
el desarrollo de la conciencia se piensa que todo debe suceder
fácilmente, sin interrupciones, todo libre y despejado, sin barrera
alguna que dificulte o potencie el desarrollo. Sin el estancamiento el
deportista no hubiera progresado, hemos de ver necesariamente las
barreras como un medio de potenciar nuestras capacidades físicas,
emocionales y mentales. Nuestro cuerpo debe ser cuidado, nuestra mente y
emoción fortalecidas, Cualidades a desarrollar como la atención,
concentración, sensación y memoria entre otras serán el equivalente ha
hacer pesas, estiramientos o resistencia en el mundo del deporte, en el
que entendemos tan bien como el esfuerzo tiene su recompensa.

Para
la practica de la relajación es recomendable disponer de al menos
veinte minutos al día, un lugar tranquilo y despejado, en el que es
preferible que nadie nos interrumpa, la ropa ha de ser necesariamente
cómoda. Al comenzar es más fácil percibir las sensaciones que acompañan a
la relajación estando tumbados, más adelante podremos realizar los
ejercicios sentados, y posteriormente en cualquier lugar, desde
caminando a sentado en un autobús, exceptuando situaciones que
requieran reacciones rápidas podremos practicar relajación en cualquier
lugar y posición.

Si hay algún aroma que te agrade especialmente
puedes usarlo como vehículo para introducirte en la relajación, la
fragancia que aporta el incienso ayuda a muchas personas, si es tu caso
úsalo, más adelante no precisaras de ayudas de este tipo o cualquier
otro.

Es recomendable iniciar la práctica de los ejercicios de
relajación no habiendo comido demasiado, ni con sensación de hambre.
Auque hagas los ejercicios tumbado recuerda que no es para dormir sino
para permitir que tus músculos, al inicio, se relajen más fácilmente.

2- Ejercicios de preparación a la relajación.

Constituyen
en si mismos ejercicios relajantes, aunque su objetivo es tomar
conciencia de que hay unas cualidades a desarrollar para obtener una
relajación más intensa, más profunda y eficaz. Pueden tener muchos
nombres: ejercicios de atención, concentración, memoria, sensación,
observación, en el fondo todos son variables del desarrollo de la fuerza
más sutil y poderosa, tanto como olvidada y menospreciada: la atención.
Sin atención no somos nada, apenas un objeto, sin atención no hay
conciencia ni voluntad, por ello los ejercicios preliminares se orientan
al desarrollo de esta fuerza esencial que nos ayudará siempre.

Es
recomendable no comenzar por la observación de algo tan sutil como las
emociones o los pensamientos, siempre deberíamos empezar siguiendo un
camino ascendente en cuanto a la sutileza de las percepciones. Los
ejercicios recomendamos que se hagan sentados, con los ojos abiertos y
con una disposición inicial de calma y sosiego, sin procurar ni rechazar
nada, continuando con los ejercicios mientras resulten gratos y
abandonándolos en cualquier otra situación, podemos empezar por cinco
minutos e ir avanzando hasta veinte e incluso media hora.

Ejercicio
1.- Estoy sentado frente a mi hay una serie de objetos, elijo el que
tenga una apariencia mas densa, entre un objeto de metal o un mineral
elijo el mineral, y simplemente mi atención se posa en él, no hago nada
simplemente lo observo, no lo juzgo, no lo deseo, no lo rechazo, lo
observo atentamente, una y otra vez todos los detalles son observados,
su forma, su color, tamaño....etc. etc. ..Cuando pasa el tiempo acordado
finalizo el ejercicio.

Ejercicio 2.- Observo un objeto inmóvil,
puede ser una planta u otro similar, permanezco con la atención en cada
detalle de color, forma, sombras, altura, volumen, tomo conciencia de
las partes y del todo, me doy cuenta que hay un algo más que en el
mineral. Tomo conciencia plena de la observación y me mantengo en ella
el tiempo especificado, no tomo ni rechazo nada, observo. Cuando pasa el
tiempo acordado finalizo el ejercicio.

Ejercicio 3.- Observo con
atención una flor, una sola y con toda mi atención permanezco en ella,
contemplo su colorido, sus bordes, su forma, cada detalle, sin tomar ni
rechazar nada, soy un observador que se fija atentamente en la realidad
de esa flor en concreto, cuando finaliza el tiempo acordado el ejercicio
acaba.

Ejercicio 4.- Cierro lo ojos y presto atención a mi
respiración, toda la atención se encuentra en el proceso de respirar y
en sus sensaciones, no modifico para nada mi respiración, simplemente
observo como respiro sin modificar para nada la forma de respirar, tomo
aire y echo aire, simplemente sin más, con toda mi atención centrada en
el proceso de respirar, soy un observador que mira mi respiración como
observaría la llama de una vela, sin identificarse con ella, sin juzgar,
simplemente observo y cuando se alcanza el tiempo fijado, finalizo el
ejercicio.

Ejercicio 5.- Comenzamos como en el ejercicio cuatro, y
cuando percibo que la respiración produce un cierto estado de calma en
mi interior dirijo mi atención al brazo derecho, sin más instrucciones,
la atención permanece en la observación del brazo derecho, no juzgo
nada, simplemente permanezco sintiendo el brazo derecho, quizás pueda
sentir el peso, picor, calor, observo simplemente, mi atención permanece
en el brazo como lo hizo con la flor, observo y siento, cuando el
tiempo establecido llega finaliza el ejercicio tomando conciencia de mis
sensaciones en ese instante.

Ejercicio 6.- Comenzamos como en el
ejercicio cinco, solo que ahora iremos incluyendo progresivamente la
sensación del otro brazo, la respiración de nuevo, la percepción de la
pierna derecha, la respiración, la pierna izquierda, la respiración. Y
tras ello la percepción de ambos brazos y la respiración, de ambas
piernas y la respiración, de brazos y piernas juntos y la respiración,
sin prisa alguna, de forma pausada, lentamente.......quizás a lo largo
del ejercicio aparece alguna emoción de calma, de tranquilidad, la
observo, tal como he hecho en los anteriores ejercicios, sin darle mas
ni menos valor que a la flor, le concedo importancia solo a la
observación, observo sin juzgar, sin identificarme con la emoción de
calma, de paz, de tranquilidad. No me quedo en la percepción de la
emoción, recorro el cuerpo, lo siento, no permanezco en la degustación
de la emoción de calma, está ahí y además recorro el cuerpo y siento la
sensación orgánica de mi peso, la tensión o la distensión muscular, el
hormigueo, o el calor.

Ejercicio 7.- Comenzamos como el ejercicio
cinco, voy integrando las sensaciones de ambos brazos y piernas, la
respiración y la percepción de la sensación de ambos brazos y piernas,
todo ello en un recorrido lento y suave, un recorrido dulce por las
sensaciones corporales de mis extremidades y la respiración, aparece
quizás algún pensamiento, lo observo sin identificarme con él, me doy
cuenta de que los pensamientos tienden a aparecer por su cuenta sin que
yo lo provoque, lo observo, como haría con una vela o una flor, tomo
conciencia de estos pensamientos que aparecen y desaparecen como nubes
en un cielo azul, si los observo desaparecen, si intento eliminarlos
cobran fuerza y se agarran al ejercicio. Los observo pero no me
identifico con ellos, no busco interpretación ni juzgo, observo con toda
mi atención y cuando se alcanza el tiempo fijado finalizo el ejercicio.

Como
hemos explicado existen muchos métodos de relajación, en su conjunto
forman el cuerpo de conocimientos de la Relajación, cada método aporta
una visión de la calma, de la paz interior, y son válidos en tanto esto
suceda, es como si un observador viera el mar desde la costa y otro
desde un acantilado, el mar no cambia, lo que es diferente es el lugar
de emplazamiento del observador, quizás sea interesante tener ambas
visiones, o incluso una tercera observando el mar desde una montaña
tierra adentro, y una cuarta, y así sucesivamente. Ello me permitirá
tomar conciencia de que cuando yo cambio todo cambia, pero el mar está
ahí siempre, siempre puedo volver a la calma, cuando estoy inquieto, con
estrés, puedo volver a la calma, se que puedo.

3- PRECAUCIONES

La
orientación de esta Web es la de informar acerca de la relajación, de
sus posibilidades como un medio de desarrollo humano, e incluso desde un
punto de vista más prosaico y muscular: proponer fórmulas que faciliten
un descanso más recuperador, con un cuerpo agotado y sobrecargado de
tensiones resulta difícil proponerse tareas más elevadas. En modo alguno
se recomienda la relajación como una terapia para patologías que
implican siempre un diagnóstico y tratamiento controlado clínicamente.
Ni como ayuda, o substituto de tratamiento alguno, mientras no sea
prescrito por un médico. Incluso en aquellos casos en que se habla de
técnicas que se usan en tratamientos que incluyen relajación, se hace a
modo informativo y nunca se aconsejan como auto terapia, ni se
recomienda su aplicación sin prescripción facultativa
Categoría: Meditaciones | Agregado por: TerapiasDiarias (04.de Abril.2011)
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