Los Problemas de conducta de los hijos son responsabilidad de los padres..
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los sentimientos de culpa de los padres acarrean problemas de disciplina

Hay muchas situaciones en las cuales los padres siempre se
sienten algo culpables hacia un hijo u otro. Cualquiera sea el motivo del sentimiento de culpa, tiende a
conducir a un manejo flojo del hijo.

 Los padres se inclinan a esperar demasiado poco del niño, demasiado de sí mismos. A menudo
están intentando ser dulces y pacientes, cuando su exigida paciencia está, en
realidad, exhausta y, de hecho, el niño se les está yendo de las manos y necesita
una corrección decidida. O bien vacilan cuando el niño necesita firmeza.

Tal como un adulto la niña
sabe cuando está pasándose de la raya, cuando es demasiado mala o grosera,
aunque sus padres traten de cerrar los ojos frente a ello. Por dentro se siente culpable. Desearía que se la frenara. Pero si
no se la corrige, estará predispuesta a comportarse cada vez peor. Es como si
estuviera diciendo : "¿Cuán
mal debo comportarme para que alguien me detenga ?

En cierto momento, su conducta se vuelve tan provocativa,
que la paciencia de los padres estalla. La regañan o la castigan. Se restablece
la paz. Sin embargo, el problema con los
padres que se sienten culpables,es que se averguenzan demasiado de perder el
control.
Entonces, en lugar de dejar las cosas como están, intentan volver
atrás en el correctivo aplicado, y permiten que la niña los castigue, a su vez.
Tal vez permitan que la niña sea grosera con ellos, precisamente en medio del
castigo. O retiran la penitencia antes que haya sido cumplida a medias. O bien
fingen no advertir que la niña comienza a portarse mal otra vez.

La mayoría de padres concienzudos permiten que sus hijos se
salgan de los límites cuando, en ocasiones, sienten que han sido injustos o
negligentes. Pero pronto recuperan el equilibrio. De todos modos cuando los
padres dicen "Todo lo que hace este niño me irrita", es una señal evidente de que esos
padres se sienten demasiados culpables, se conducen en forma permisiva y
sumisa, de manera crónica, y que el niño reacciona a esto con una provocación
constante. Ningún niño puede ser irritante en forma accidental. Si los padres
pueden determinar en qué aspectos son demasiado permisivos y deben reafirmar la
disciplina, y si están en el camino correcto, descubrirán alborozados que su
hijo, no sólo comienza a comportarse mejor, sino que se muestra más feliz. Por
lo tanto, podrán amar mejor a su hijo, y éste, a su vez, responder a ello

SE puede ser firme y amistoso al mismo tiempo

Una niña necesita sentir que su padre y su madre, aunque
sean agradables, tienen sus propios derechos, saben cómo ser firmes, no le
permitirán ser irrazonable o grosera. De este modo, ella se siente mejor. Esto la adiestra, desde el comienzo, para llevarse
considerablemente bien con otras personas. Los niños malcriados no son criaturas felices, ni siquiera en sus propios hogares. Y cuando salen al mundo, aunque tengan 2, 4 ó 6 años, están
condicionados para recibir un duro golpe. Descubren que nadie está dispuesto a
reverenciarlos ; en rigor, desagradan a todos por su egoísmo. Deben pasar
por la vida resultando impopulares, o bien, deben aprender a ser agradables, de
la forma más difícil.

Los padres concienzudos, a menudo permiten que su hijo les
saque ventaja durante un tiempo, hasta que su paciencia se agota, y luego se
arrojan con enojo sobre el niño. Pero ninguna de estas situaciones es, en
realidad, necesaria. Si los padres tienen saludable respeto por sí mismos,
pueden mantenerse firmes mientras aún se sienten inclinados a ser amistosos

Por ejemplo, si su hija continúa
insistiendo en que usted siga jugando
, aunque está agotado, no tema decir,
en forma alegre pero decidida : "Estoy muy cansado. Ahora voy a leer
un libro, y tu también puedes leer tu libro.."

Si se pone demasiado terca en lo referente a dejar de jugar con el trencito
que trajo otro niño, y que ahora debe llevarse a su casa, aunque usted haya
tratado e distraerla con otra cosa, no crea que debe seguir siendo siempre
dulce y razonable. Sáquela, a pesar de que grite durante un minuto

Categoría: FAMILIA | Agregado por: ADMINISTRADOR (11.de Noviembre.2011)
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