La
forma en que una persona desarrollará sus relaciones de pareja depende mucho de
cómo sus relaciones se desarrollaron durante la niñez y en el llamado primer
amor, afirma un experto en psicología.

El diario mexicano Milenio citó a Rolando Díaz Loving,
profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de
México, haciéndose una pregunta retórica de por qué algunas personas pueden
presentar conductas de apoyo, afecto o compañía hacia su pareja, mientras que
en otras "se pueden encontrar manifestaciones que son vinculadas a conductas de
reproducción más que de afecto”.

Díaz Loving señala que el carácter de una persona se
desarrolla desde una combinación entre las propias características del
individuo —su temperamento y el nivel de respuesta a los estímulos que recibe—
y la forma en la que interactúan con los demás. Por eso un niño hiperactivo
criado en una familia tranquila y paciente no va a responder ante un estímulo
que le parece atractivo, con la misma intensidad que un niño que creció en un
ambiente diferente, añadió.

Otro factor que define la manera en la que las
personas definirán sus relaciones es el primer amor, "la primera experiencia”
que es "determinante para definir futuras relaciones”, expresó.

Según el investigador, al amor se le puede definir
como una respuesta afectiva o emocional ante una situación de acercamiento o
atracción entre individuos.

"Es similar a lo que sucede en una adicción, hay una
atención exagerada hacia la persona que produce esta sensación y una tendencia
a mantenerse cerca del estímulo, y en los momentos en que se aleja hay cierta
ansiedad”, precisó.

El experto en psicología advirtió que en algunas
ocasiones este "enganche" puede convertirse en una obsesión en la que
los individuos dedican todo su tiempo, energía y pensamientos a mantener cerca
a su objeto de deseo. Cuando éste se aleja se sienten desprotegidos.

"Los griegos clásicos decían que la única cura del
amor era el matrimonio”, sin embargo, el profesor ofrece el método de
desensibilización paulatina contra una obsesión, método en la que se
"entrena a la persona para que se sienta tranquila ante la ausencia del
estímulo”.