En general las mujeres tienen la sensación de que los hombres les "salen”
buenos o malos como si uno tuviera un cupón sorteado en un paquete de
detergente y que no depende mucho de la construcción que ellas hagan en esa
relación.

En general es el inconsciente el que elige, de acuerdo a nuestras faltas o
necesidades afectivas no resueltas. El tema de la "media naranja” tiene ese
concepto en su interior, alguien vino a llenar la mitad que a mi me falta y el
riesgo es que cuando uno de los crece y ya no necesita al otro, el amor se
acaba y la relación se rompe.

El saber elegir bien depende de la buena autoestima que uno tenga y de haber
aprendido a relacionarse con una pareja interna con la cual uno debe
entretenerse, pelearse, reconciliarse y amarse antes de entrar a relacionarse
con otro.

Cuando uno se relaciona con uno mismo en ese estilo esta mejor preparado o
preparada para elegir correctamente. Este es un proceso que si uno avanza va
desde las malas elecciones a la correcta y que este camino por supuesto tiene
que ver con la madurez interna y con la autonomía que uno va logrando con ese
yo interno.

Yo elegí mal pero la responsabilidad es absolutamente mia, yo no estaba
completa dentro de lo que se pueda estar completa. Cuando uno quiere una pareja
para "solucionar” problemas, para que te contenga lo que tu no eres capaz de
contener por si solo, nunca la "cosa”  funciona bien.

El crecimiento personal va de la mano con el crecimiento de pareja.

El tener una buena pareja se construye mas desde la voluntad que desde la
suerte y cuando las mujeres aprendemos desde el fondo de nuestro corazón que a
nosotras nos tienen que querer por lo que somos y no por lo que hacemos cosa
que es muy difícil de procesar, entonces se nos hace más fácil dejar de
rehabilitar hombres para probar que somos salvadoras y necesitadas por ellos y
por lo tanto no elegiremos más hombres pasteles.

PilarSordo.cl