La infidelidad, ¿se perdona?
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La infidelidad, ¿se perdona?¿Se puede perdonar una infidelidad? ¿Puede todo
seguir igual que antes, como si nunca hubiese pasado, si hay un arrepentimiento
sincero y un perdón verdadero?



Perdonar se puede perdonar… pero nada nunca será igual que antes, porque lo que
antes hubo se rompió. La infidelidad supuso un cambio que no se puede borrar y
sea como sea nos llevará a volver a comenzar… a solas o en pareja.



En ocasiones suceden cosas en nuestras vidas frente a las cuáles no sabemos
cómo reaccionar. Para esos momentos sería bueno recurrir a un manual de
instrucción, una guía que nos indique que decir o hacer en situaciones
dolorosas, difíciles y extrañas para nuestro mundo personal. Imagino que sería
ideal que al nacer nos regalaran capítulos coleccionables de cómo actuar en la
vida, para no perder tiempo con temores, creencias limitantes o ideas de
heredadas de otros.



Pero la realidad es conocida, la vida se hace al andar; y al andar nos
relacionamos, enamoramos, proyectamos, compartimos, y de vez en tanto nos
desilusionamos; porque las expectativas eran las erradas o porque nos
traicionan. Y cuando nos traicionan, el dolor congela nuestra sangre, sentimos
la ira devorar nuestro corazón, y luego la tristeza se explaya como un mar de
angustia, y de preguntas inocentes, ingenuas: ¿Por qué? ¿Por qué a mí? ¿Qué
sucedió? ¿Qué le faltó si le daba todo? ¿se perdona una traición?



¿Y perdonar no significa que le doy permiso para que vuelva a hacerlo?



¿Quién puede asegurarnos lo que sucederá en el futuro? Nadie. Perdonar a un
infiel, puede ser abrirle una posibilidad para que recaiga en lo mismo o puede
ser una posibilidad para resarcir. Pero más allá de eso, perdonar la
infidelidad implica aceptar que sucedió, permitir hacerle entender a nuestro
EGO que ese otro que decía AMARNOS, eligió a otra persona; que el espejo de
Blanca Nieves nos informó que "no éramos las únicas en el reinado”, que la boca
que tanto deseamos, las manos que forjaron nuestros más íntimos deseos,
arrasaron la piel de otro ser, bebieron del cáliz de otros labios, y que aunque
lo odie con todo el alma, ese hecho sucedió. Nos pertenece. Que el rencor, o el
resentimiento son sólo las defensas de nuestras heridas narcisistas, pero que
no cambia el rumbo de la relación, que no borra la traición.



A partir de eso, perdonar significa soltar, dejar de resistir, enmudecer frente
a los ¿por qué?; porque no tiene más sentido que evitar la desolación de
sentarnos frente a ese ser querido y mirarlo a los ojos y sentir el ahogo del
inmenso abatimiento que sentimos.



Perdonar una infidelidad, es gritarnos cara a cara, que ese que hemos elegido
para compartir nuestro tiempo, sueños y proyectos, hizo más importante "sus
propias necesidades personales” que a la relación, que creyó encontrar fuera de
ese "nosotros” lo que le urgía. Significa también que tras la búsqueda de lo
que requería, se olvidó, desdeñó o simplemente no tomó en cuenta la
consideración, de que sus actos dañarían el vínculo.



Y a partir de ahí se abren dos caminos:



- La elección de perdonar y seguir, volviendo a empezar.

- O la elección de terminar, volviendo a empezar.



Ambos senderos conducen a un volver a empezar, solas o con la pareja; pero
déjame que te aclare: siempre es un volver a empezar, porque el evento modificó
lo que había, los recuerdos de la relación tal cual la concibieron quedó en
recuerdos.



Empezar desde cero es dejar muy atrás en la historia de cada quién lo que
aconteció, para desenvolverse en una comunicación honesta y sincera, sin
conversaciones entre lineales, sin miedos que sabotean, sin culpas, sin
víctimas y sin victimarios.



De lo contrario lo que generamos es una ilusión de perdón, en donde escogemos
el vínculo fracturado para no perderlo, pero estamos todo el tiempo haciendo
hincapié en la desconfianza, en el recuerdo mustio de lo que pasó alguna vez; y
lo único que construimos para nuestra vida es destrucción.



Separar los hechos, aceptar, perdonar y volver a empezar con ese ser que nos
lastimó requiere de una entereza emocional y madurez extrema. No es una tarea
sencilla; pero no menos simple es seguir con el otro para torturarlo, para
remover la herida; porque al final del día, el otro no ha sido feliz contigo,
pero tú tampoco.



Busca las elecciones que mayor confort, bienestar, y plenitud te generan, lo
mereces mujer, lo mereces, no dudes más.




Categoría: FAMILIA | Agregado por: ADMINISTRADOR (07.de Agosto.2011)
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Total de comentarios: 1
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cuando se da una infidelidad o engaño, lo primero es ver en qué nos engañamos a nosotros mismos, que la acción de nuestra pareja nos esta reflejando, enfrentando, tratar de despejar la situación viéndola desde un aprendizaje, con amor incondicional, duele claro, la parte humana sufre, pero al vivir el proceso nos da la oportunidad de crecer, es importante no perder de vista esto, y sobre todo no convertirnos de víctimas en victimarios... darnos un tiempo para pensar, reflexionar aclarar nuestras ideas, pensamientos y sentimientos para no actuar impulsivamente. Actuar siempre desde el corazón....

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