Familias Rotas
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Familias rotas


"Lo
importante no es mantener hasta el final una familia desestructurada
por el bien de los hijos sino crear ambientes seguros en los cuales
poderlos criar"

Equilibra la nueva convivencia

En este artículo me gustaría ahondar en el tema de la separación y como
ésta puede afectar a nuestros hijos, cómo se viven las relaciones
posteriores y cuál será el mejor ambiente para criarlos. A diario recibo
cartas en las que preguntáis cómo llevar una reciente separación para
que afecte lo menos posible a los hijos y esa respuesta es la que espero
transmitir con estas letras.

Mi punto de vista aquí no será del todo objetivo porque yo también rompí
una familia, que ya no se mantenía demasiado en pie, pero pienso que el
hecho de estar yo misma involucrada me hace poder entender mejor la
forma en que viven esa experiencia de ruptura los diferentes miembros de
una familia.

Cuando una pareja o alguno de sus componentes percibe que el deseo se ha
perdido, el amor se ha desvanecido, las peleas y malentendidos son
demasiado continuados, han encontrado el amor en otra parte o han sido
víctimas de infidelidad cabe esperar que se produzca la primera
comunicación entre ellos que les conduzca a un terapeuta de pareja o al
abogado para tramitar el divorcio. Si ambos son aparentemente
"civilizados" se supone llegarán a un entendimiento pero habitualmente
esto no es lo más común.

Si uno es o se siente "víctima" de la "maldad" del otro miembro por
querer el divorcio, hará todo lo posible en una primera instancia por
recuperar a su "media naranja". Mostrarán conductas histéricas, intentos
de suicidio para llamar su atención y tocar la fibra sensible en el
complejo mundo de los sentimientos del otro. Suele corresponder a este
tipo de personas aquellas dependientes que han estructurado su propia
vida como si perteneciera al otro. Su felicidad depende del otro y sin
él, no saben vivir.

Detrás de este abanico de conductas destinadas a mantenerse aferradas a
su pareja podemos encontrar un sentimiento de humillación que les hace
intentar recuperar al otro para posteriormente, meses o años más tarde,
devolverles la jugada. Pareceremos tristes y que el mundo se derrumba a
nuestros pies pero en nuestro cerebro ya andamos maquinando la venganza.
Esta es la crueldad del ser humano y ¿nosotros somos los que hablamos
de humanidad?

Cuando ya todo está perdido, sólo nos cabe aceptar el destino de un
camino en soledad pero como el orgullo pronto se recupera sentiremos
siempre el dolor en nuestro ser causado por aquella ruptura y ése se
transformará en imposiciones, críticas, demandas, etc… al "culpable" de
nuestra actual situación.

La posición que yo ocupé en mi propia historia fue la de "culpable" y
eso motivó mucho sentimiento de culpa en mi interior principalmente por
el niño que viviría una experiencia "traumática", creía incorrectamente
yo, por mi egoísta conducta. Años antes, cuando todavía no había nacido
mi hijo, tuve la oportunidad de llevar a cabo el paso que luego di pero
sus súplicas y mi inmadurez no lo realizaron. Las cosas suelen
producirse siempre cuando deben ser nunca antes, así es que nunca me
arrepentí de ello porque eso hubiera supuesto no haber llevado al mundo a
mi hijo.

Cuando planteas una separación no sabes demasiado bien si tú la
soportarás pero sí sabes que ya no quieres proseguir con "el engaño".
Creo que debes ser honesta con tus propios sentimientos y respetuosa con
los actos que realices por ello la sinceridad en una relación para mí
es primordial. Lo que ocurre es que habitualmente no se coincide en las
decisiones y siempre o casi siempre, los miembros de la pareja
representan papeles opuestos. Por mucho diálogo que se intente mediar
entre ambos, los sentimientos negativos reaparecen una y otra vez y el
resentimiento pone fin a la comunicación.

Nunca hay que mantener una relación por el supuesto bien de los hijos
porque esa es la mayor equivocación del mundo. ¿Tú les habrías pedido a
tus padres que se siguieran aguantando porque te habían tenido? Seguro
que no hubieras sido tan injusta. Si una relación pende por todos lados,
darás mayor equilibrio a tus hijos si la rompes civilizadamente de
forma que siempre en la cuestión que os une exista un continuo diálogo e
implicación.

Una vez decidida la ruptura es importante que ambos progenitores hablen
con los hijos habidos, exponiéndoles la decisión, dejando sumamente
claro que ellos no tienen nada que ver con eso y recalcando que seguirán
manteniendo la misma relación con ellos, con la única diferencia de que
sólo uno de ellos vivirá bajo el mismo techo de los niños. Si el niño
tiene por ejemplo, 6 años, podrá pensar si no recibiera ningún tipo de
información que fue por algo que él hizo o dijo y eso le hará sentir
terriblemente mal, por ello insisto en este punto. Nunca penséis que el
niño es demasiado pequeño, que no entenderá nada porque siempre es
necesaria una explicación evidentemente adecuada al propio lenguaje del
pequeño.

Cuando tratamos con adolescentes su forma de reaccionar puede ser
distinta: algunos parecerán no afectos pero el sentimiento mellará en su
interior, otros sentirán inclinación por uno u otro buscando
responsables o inclusive agrediendo verbalmente al otro y otros, pueden
seguirse sintiendo culpables por muchas explicaciones que les des. Ésa
es, por tanto, la peor época para decidir llevar a cabo una separación,
pero si es ése el momento adecuado, pues tampoco deberéis frenarlo. El
período de la adolescencia será el más delicado y será importante
mantener un sostenido contacto para averiguar ese bullicioso interior.

En nuestro caso se lo explicamos cuando él tenía 2 años y no pareció
entender demasiado pero luego ya con 3-4 años empezó a preguntar,
buscando culpables. Nunca se le engañó ni mintió y procuramos por ambas
partes que viviera de forma positiva la experiencia.

Años más tarde, volvimos a reiniciar la vida de pareja, pero esta vez
cada cual por su lado. Nos casamos de nuevo y en mi caso el conflicto se
agudizó porque mi nueva pareja era también divorciado con un niño y eso
tenía su lado bueno y su lado malo. Cuando hay hijos de otros
progenitores albergados en tu propio techo, la única mamá eres tú, pero
no puedes ejercer esa posición porque existe alguien que ya ocupa ese
lugar y no es bueno para el niño vivir esa elección en su interior. El
papel que debes ejercer ante los hijos de tu nueva pareja es un papel
abierto en el que muestras afecto y comprensión pero no invades el
territorio ya ocupado. No hay que hablar mal de "los otros" porque
juegan un papel importante en la madurez emocional del niño.

Cuando tú ya tienes un hijo es difícil compaginar tu cariño en la
convivencia con el hijo de tu nuevo esposo pero saber que es hijo de
alguien a quien quieres es ya suficiente para aceptarlo y darle el
espacio armonioso que necesita cuando está con su padre. En el caso de
mi hijo sé que su padre le ha creado un hábitat positivo para cuando él
lo visita sin que nadie pretenda usurpar el puesto que ocupa cada uno de
los miembros.

Sus padres biológicos nunca podrán cambiarse pero en su nueva estructura
familiar los papeles están bien representados. Mi marido tiene el papel
dentro de esta familia de modelo masculino y amigo para el niño. Está
siempre que él lo necesita y nunca desvalorizará al propio padre
biológico. El niño entiende que vive con su madre quien a su vez tiene
un nuevo compañero y fines de semana alternos acude a casa de su padre
donde también tiene un hogar.

Ventajas: Doble de todo (regalos, habitación, …)

Desventajas: Cada estructura familiar tiene sus propias normas y a veces
éstas son opuestas, pero siempre que haya buen entendimiento prevalecen
las impuestas en la casa donde el niño habite más tiempo.

La finalidad es el bienestar del niño y por ello nosotros, los padres,
actuamos maduramente prescindiendo de anteponer sentimientos o emociones
negativas al equilibrio que necesita su entorno. No se trata de
separarse o no sino de saber llevar el "después" fomentando una unidad
estable que armonice de forma adecuada los diferentes miembros que la
forman.

Gloria Marsellach Umbert - Psicólogo
Categoría: FAMILIA | Agregado por: TerapiasDiarias (22.de Marzo.2011)
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Total de comentarios: 1
1 rossy  
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hermossa reflexion y muyy sabia. mi hija esta en una situacion parecida y todo esto es muy cierto gracias

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