La naturaleza del alma - Deepack Chopra-
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En la vastedad del océano
no existe el ego. Visto a distancia, desde la Luna o desde un satélite, el
océano parece quieto e inanimado, una enorme franja azul que circunda la
Tierra. Sin embargo, conforme nos acercamos, comprobamos que está en movimiento
constante, agitado por corrientes y mareas, remolinos y olas. Nosotros vemos
estos patrones como entidades distintas. Cuando una ola se levanta podemos ver
su cresta, su rompimiento y su movimiento hacia la orilla. Sin embargo, es
imposible separar la ola del océano. Es imposible sacar una ola con un balde y
llevarla a casa. Si tomas una fotografía de una ola y regresas al día
siguiente, ninguna será exactamente igual.

El océano es una analogía maravillosa para comprender el alma. Imagina que el
océano ¿es la realidad no circunscrita, el campo de posibilidades infinitas, el
nivel virtual de existencia que sincroniza todo. Cada uno de nosotros es como
una ola de ese océano. Somos creados a partir de él y constituye la esencia
misma de lo que somos. Así como las olas tienen una forma específica, nosotros
adoptamos intrincados patrones de realidad no circunscrita. Este océano vasto e
infinito de posibilidad es la esencia del mundo físico. El océano representa lo
no circunscrito y la ola, lo circunscrito. Ambos están íntimamente vinculados.

Una vez que sabemos que el alma deriva del reino no circunscrito o virtual,
nuestro lugar en el Universo se hace evidente: somos tanto circunscritos como
no circunscritos, patrones individuales que emergen de la inteligencia no
circunscrita, la cual es parte de todo y de todos los demás. Podemos pensar
entonces que el alma tiene dos partes. El alma vasta, no circunscrita, existe
en el nivel virtual o espiritual. Es poderosa, pura y capaz de cualquier cosa.
La parte personal, circunscrita, existe en el nivel cuántico. Ésta es la que se
manifiesta en nuestra vida cotidiana y que mantiene la esencia de lo que somos.
También es poderosa, pura y capaz de cualquier cosa. El mismo potencial
ilimitado del espíritu infinito también reside en cada uno. Nuestra alma
personal, aquélla en la que pensamos cuando pensamos en nosotros, es una
floración del akna eterna. Si aprendiéramos a vivir desde el nivel del alma,
veríamos que la parte más valiosa y luminosa de nuestro ser está conectada con todos
los ritmos del Universo. Seríamos conscientes de nuestra capacidad de hacer
milagros. Dejaríamos de sentir temor, añoranza, odio, ansiedad y duda. Vivir
desde el nivel del alma, significa dejar atrás el ego y las limitaciones de la
mente que nos atan a los sucesos y consecuencias del mundo físico.

En la vastedad del océano, nada reclama atención individual. Hay olas,
remolinos y mareas, pero en última instancia, todo es océano. Nosotros somos
patrones del ámbito cuántico que aparentan ser personas; en última instancia,
todo es espíritu. -SINCRODESTINO - Deepak Chopra-



 




Categoría: DEEPACK CHOPRA | Agregado por: ADMINISTRADOR (27.de Junio.2011)
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