EL Mal Humor
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Mal humor
Conozco a un maestro que tenía muy mal humor; casi siempre
estaba nervioso y hablaba a los gritos. Como daba clases en la Gran
Ciudad y ganaba muy poco, se pasaba el día corriendo de una escuela a
otra, y eso le aumentaba los nervios, el cansancio y el mal humor.
Cualquier
cosita era motivo para que protestara. Levantaba la voz para dar
indicaciones a sus alumnos, para polemizar con sus colegas e incluso
para hablar de cualquier tema con los directivos.
Una vez, el
director de la escuela de la tarde le dijo que él lo iba a reemplazar
para que fuera a ver a un médico. El doctor le recetó unos
tranquilizantes, ciertos ejercicios de respiración y meditación y le
dijo que volviera en dos semanas.
Pasados los quince días, el maestro
volvió al consultorio, y el médico le preguntó cómo estaba y cómo se
sentía. El maestro respondió con absoluta inocencia:
- No sé si sus
remedios han servido para calmarme; lo que sí noto es que mis alumnos y
mis amigos están mucho más tranquilos que de costumbre.
Juan C. Pisano- María I. Casalá

Reflexiones
-
El mucho hacer y hacer el ánimo puede afectar. El trabajo dignifica
al hombre, pero su abuso se le puede convertir en una carga. De esta
manera, lo que constituye un placer y medio de vida, se torna en todo un
conflicto emocional. El descanso es un refrigerio para el alma,
presurosa de los afanes de la vida.
- Por lo general, son los que nos
rodean aquellos que se benefician o perjudican con nuestro
comportamiento. A veces esto no es muy claro para las personas que viven
de conflicto en conflicto, y se crean problemas por todo. La sabiduría
para vivir también es un bien por conquistar.
- Nunca es de
despreciarse la ayuda sincera que otros nos dan; a veces una mirada
objetiva y neutral, de mucho mal nos puede librar.
Categoría: Cuentos para pensar | Agregado por: TerapiasDiarias (04.de Mayo.2011)
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