Mario Benedetti-Estatutos del Hombre y de la Mujer
Compartelo en facebook

  Artículo I. Queda decretado que ahora vale la vida, que ahora
vale la verdad, y que de manos dadas trabajaremos todos por la
vida verdadera.

 

Artículo II. Queda decretado
que todos los días de la semana, inclusive los martes más grises,
tienen derecho a convertirse en mañanas de domingo.

 


Artículo III. Queda decretado que, a partir de este instante, habrá
girasoles en todas las ventanas, que los girasoles tendrán derecho
a abrirse dentro de la sombra; y que las ventanas deben permanecer
el día entero abiertas para el verde donde crece la esperanza.

 


Artículo IV. Queda decretado que el hombre no precisará nunca más
dudar del hombre. Que el hombre confiará en el hombre como la
palmera confía en el viento, como el viento confía en el aire,
como el aire confía en el campo azul del cielo.

Párragrafo único: El hombre confiará en el hombre como un niño confía en otro niño.

 


Artículo V. Queda decretado que los hombres están libres del yugo de
la mentira. Nunca más será preciso usar la coraza del silencio
ni la armadura de las palabras. El hombre se sentará a la mesa
con la mirada limpia, porque la verdad pasará a ser servida antes
del postre.

 

Artículo VI. Queda establecida,
durante diez siglos, la práctica soñada por el profeta Isaías, y
el lobo y el cordero pastarán juntos y la comida de ambos tendrá el
mismo gusto a aurora.

 

Artículo VII. Por decreto
irrevocable queda establecido el reinado permanente de la
justicia y de la claridad. Y la alegría será una bandera generosa
para siempre enarbolada en el alma del pueblo.  

 

 

 

Artículo
VIII. Queda decretado que el mayor dolor siempre fue y será siempre
no poder dar amor a quien se ama, sabiendo que es el agua quien
da a la planta el milagro de la flor.

 

Artículo
IX. Queda permitido que el pan de cada día tenga en el hombre la
señal de su sudor. Pero que sobre todo tenga siempre el caliente
sabor de la ternura.

 

Artículo X. Queda permitido a cualquier persona, a cualquier hora de la vida, el uso del traje blanco.

 


Artículo XI. Queda decretado, por definición, que el hombre es un
animal que ama, y que por eso es bello, mucho mas bello que la
estrella de la mañana.

 

Artículo XII. Decrétese
que nada estará obligado ni prohibido, todo será permitido,
incluso brincar con los rinocerontes y caminar por las tardes con
una inmensa begonia en la solapa.

 

Paragrafo unico: Solo una cosa queda prohibida: amar sin amor.

 


Artículo XIII. Queda decretado que el dinero no podrá nunca más
comprar el sol de las mañanas venideras. Expulsado del gran baúl
del miedo, el dinero se transformará en una espada fraternal para
defender el derecho de cantar y la fiesta del día que llegó.

 


Artículo Final. Queda prohibido el uso de la palabra libertad, la
cual será suprimida de los diccionarios y del engañoso pantano de las
bocas. A partir de este instante la libertad será algo vivo y
transparente como un fuego o un río, y su morada será siempre
el corazón del hombre.

 

Mario Benedetti

Categoría: Cuentos para pensar | Agregado por: TerapiasDiarias (18.de Marzo.2011)
Vistas: 1310
Total de comentarios: 0
Solamente los usuarios registrados pueden agregar comentarios.
[ Registrarse | Entrada ]