Zanahoria Porpiedades
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La raíz, gracias a la pectina, es conocida como un antidiarreico
moderado y contra la colitis. Calmante estomacal un alto contenido en agua
(88%), que ayuda a regular el funcionamiento intestinal –tanto en caso de
diarrea como de estreñimiento- y ejerce un efecto desintoxicante y depuratico
sobre el organismo. Y además resulta muy digestiva: en caso de problemas
gástricos o tras un ayuno, el puré de zanahorias en un plato sin rival. Los
oligoelementos la convierten en un buen remineralizante del organismo. Es
diurética regulando muy bien la función de absorción y eliminación. Su aceite
esencial es vermífugo, antiparasitario (contra los parásitos intestinales,
especialmente los oxiuros). La zanahoria es alcalinizante, es decir, elimina o
compensa los ácidos residuales de la sangre, tales como el ácido úrico. Es
también adecuado en los trastornos metabólicos y endocrinos, tales como anemia,
dismenorrea, depresión nerviosa, hipertiroidismo, retrasos del crecimiento,
etc. Por su riqueza en hierro y vitaminas la zanahoria tiene propiedades
antianémica y es un remedio eficaz contra la fatiga. Es dilatador de las
arterias coronarias es hipotensora y antidiabética (disminuye el nivel de
azúcar en la sangre). El zumo de zanahoria es un remedio contra la amigdalitis
de los niños y la tos. Por gran contenido vitamínico es muy conocida sus
propiedad oftálmica en su capacidad de aumentar la agudeza visual y la visión
nocturna, es que la vitamina A es la responsable de que se fabrique rodopsina,
una pigmento sensible a la luz que contribuye a mantener en buen estado la
conjuntiva y la córnea y evita la ceguera nocturna. También es popularmente
usada como cicatrizante, calmante y tonificante combatiendo problemas de la
piel como el acné, heridas infectadas, eccemas, abscesos y quemaduras.
Fortalece las uñas y el cabello. Su consumo habitual estimula la producción de
melanina y protege la piel de los efectos nocivos de las radiaciones
ultravioletas (UVA), lo que sirve para reforzar y mantener el bronceado. La
zanahoria también contiene vitaminas C y E, que neutralizan la acción de los radicales
libres, unas moléculas muy inestables y reactivas que nuestro organismo elabora
durante el proceso de generación de energía, y que pueden dañar las estructuras
celulares y acelerar su envejecimiento

Las semillas también contienen un aceite esencial de acción carminativa, es
decir, contra los gases intestinales; también de efectos emenagogos (para
favorecer la menstruación), y ligeramente diurético También tienen propiedades
aperitivas, diuréticas y galactógenas para tratamientos de hipertensión y de
angina de pecho. Se usan las semillas en infusión para combatir casos de
hidropesía, trastornos digestivos y retenciones de orina.



Usos

Se puede consumir cruda después de lavarla, rallada, en zumo, en ensaladas.

Para las variadas aplicaciones se puede preparar un jugo de zanahoria para
consumir por vía interna. Se puede por ejemplo licuar algunas zanahorias con
una manzana y medio limón, suficientes para llenar un vaso, que se tomará
diariamente. Los efectos beneficiosos se obtienen a medio plazo (al menos 30
días), por lo que se debe sostener este tratamiento sin interrupción. Conviene
saber que la provitamina A del jugo se degrada con la luz, aunque no se pierde
con la cocción.

Para su aplicación como vermífugo (antiparasitario) se debe consumir la raíz de
zanahoria en crudo, preferiblemente rallada, a razón de medio kilo a un kilo
durante 24 horas. En este tiempo no se debe ingerir ningún otro alimento. En su
defecto, se puede tomar dos zanahorias diarias en ayunas durante una semana.

Para la diarrea se prepara 1/2 Kg de zanahorias en 1 litro de agua; se hierve
de 20 a 30 minutos, se tritura, se añade agua hasta volver a completar el
litro, junto con una pequeña cucharada de sal. Esto se ha de tomar como
alimento durante 2 ó 3 días, mientras dure la diarrea.

Para los diabeticos es recomedable aumentar el consumo de zanahoria ya que es
rica en antioxidantes que ayudan a prevenir los daños causados a los pequeños
vasos sanguíneos de los ojos.

Contra la fatiga primaveral y cualquier estado de agotamiento físico sin motivo
aparente se recomienda ingerir abundantes zanahorias crudas y elaborar un
revitalizante jugo, lavando y pelando cuatro zanahorias, una manzana y un
puñado de jengibre fresco que se pasan por la licuadora. El jugo resulta
también efectivo contra las jaquecas.

Para reducir el apetito se recomienda comer zanahorias crudas, masticarlas
despacio y tragar. Por ser de lenta digestión, da la sensación de tener el
estómago lleno.

Para tratar la piel, los cataplasmas de jugo de zanahoria recién exprimidasiendo
son muy adecuados en casos de acné rebelde, para observar buenos resultados se
debe realizar un tratamiento de al menos un mes. Es útil también en forma de
cataplasmas para heridas infectadas, eccemas, úlceras, abscesos y quemaduras.
También fortalece las uñas y el cabello.

También tiene aplicaciones como cosmético; la máscara de belleza hecha con el
jugo o pulpa fresca de la zanahoria cultivada ejerce sobre la epidermis un
efecto calmante y tonificante. Por otro lado, tampoco hay que olvidar que sirve
para reforzar y mantener el bronceado de ahí la costumbre de comer muchas
zanahorias antes y después de ir a la playa. Podemos también preparar un
bronceador de zanahoria con 2 cucharadas soperas de aceite de oliva o germen de
trigo. 1/8 de litro de jugo de zanahoria, 2 cucharadas de jugo de limón. Se
mezclan todos los ingredientes y se guarda en un frasco a ser posible de vidrio
oscuro y hermético. Antes de usar se debe agitar.



Composición

En la raíz de la planta cultivada hay alrededor de un 85% de agua, un 0,3 % de
materiales nitrogenados, hasta un 11% de diversos azúcares (entre los que
destacan glucosa y sacarosa) y pectina (le da una propiedad antidiarreica),
ácido málico y pigmentos. En las hojas encontramos una esencia y dos alcaloides
y en el fruto , por su parte, también se pueden hallar cantidades pequeñas de
otro alcaloide y algo de esencia.

Su aporte energético es muy bajo (27 cal/100g) y procede básicamente de los
hidratos de carbono (5,2%), puesto que su contenido en proteínas y grasas es
escaso (1,1 y 0,2% respectivamente). Sin embargo, es rica en fibra (3,4%) y
minerales, como el hierro (2,1 mg/100 g), equivalente al 15% de las necesidades
diarias. También aporta potasio (290 mg), magnesio (17 mg), calcio (37 mg), fósforo
(36 mg) y yodo (0,02 mg).

Cien gramos de zanahorias aportan el 110% de vitamina A, el 13% de la C, el 5%
de la E y el 10 % del ácido fólico que necesitamos cada día.



Consejos
para aprovechar al maximo sus propiedades


Como ocurre con todos los vegetales, es más aconsejable cruda que cocida. No
obstante, al cocinarla el betacaroteno no se pierde.

Para conservarlas, podemos colocarlas en la heladera una o dos semanas,
conviene resguardarlas de la luz para que conserven intacto su contenido
vitamínico.

Para que no pierdan agua, lo mejor es eliminar las hojas superiores, ya que
éstas absorben la humedad de la raíz y la zanahoria se reseca.

Si queremos prolongar su conservación durante más tiempo, podemos sumergirlas
unos minutos en agua hirviendo con sal y congelarlas.

Es importante saber que cuanto más oscuro sea su color, mayor será su contenido
en carotenos.

Categoría: Consejos | Agregado por: ADMINISTRADOR (28.de Noviembre.2011)
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