Las 7 reglas de Paracelso
Compartelo en facebook


1. Lo primero es mejorar la salud. 
Para ello hay que respirar con la mayor frecuencia posible, honda y
rítmica, llenando bien los pulmones, al aire libre o asomado a una
ventana.  Beber diariamente en pequeños sorbos, dos litros de agua,
comer muchas frutas, masticar los alimentos del modo más perfecto
posible, evitar el alcohol, el tabaco y las medicinas, a menos que
estuvieras por alguna causa grave sometido a un tratamiento. Bañarte
diariamente, es un hábito que debes a tu propia dignidad.

 2. Desterrar absolutamente de tu ánimo,
por mas motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio,
tedio, tristeza, venganza y pobreza.  Huir como de la peste de toda
ocasión de tratar a personas maldicientes, viciosas, ruines,
murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores
por natural bajeza de entendimiento o por tópicos sensualistas que
forman la base de sus discursos u ocupaciones. La observancia de esta
regla es de importancia decisiva: se trata de cambiar la espiritual
contextura de tu alma. Es el único medio de cambiar tu destino, pues
este depende de nuestros actos y pensamientos. El azar no existe.

 3. Haz todo el bien posible. 
Auxilia a todo desgraciado siempre que puedas, pero jamás tengas
debilidades por ninguna persona.  Debes cuidar tus propias energías y
huir de todo sentimentalismo.

 4. Hay que olvidar toda ofensa,
mas aún: esfuérzate por pensar bien del mayor enemigo.  Tu alma es un
templo que no debe ser jamás profanado por el odio. Todos los grandes
seres se han dejado guiar por esa suave voz interior, pero no te hablara
así de pronto, tienes que prepararte por un tiempo; destruir las
superpuestas capas de viejos hábitos, pensamientos y errores que pesan
sobre tu espíritu, que es divino y perfecto en si, pero impotente por lo
imperfecto del vehículo que le ofreces hoy para manifestarse, la carne
flaca.

 5. Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte,
siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los
ojos medio entornados y no pensar en nada.  Esto fortifica enérgicamente
el cerebro y el  Espíritu y te pondrá en contacto con las buenas 
influencias. En este estado de recogimiento y silencio, suelen
ocurrírsenos a veces luminosas  ideas, susceptibles de cambiar toda una
existencia. Con el tiempo todos los problemas que se presentan serán
resueltos victoriosamente por una voz interior que te guiara en tales
instantes de silencio, a solas con tu conciencia. Ese es el daimón de
que habla Sócrates.

 6. Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales. 
Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de referir a los
demás, aún de tus más íntimos todo cuanto pienses, oigas, sepas,
aprendas, sospeches o descubras. Por un largo tiempo al menos debes ser
como casa tapiada o jardín sellado. Es regla de suma importancia.

 7. Jamás temas a los hombres ni te inspire sobresalto el DIA mañana. 
Ten tu alma fuerte y limpia y todo te saldrá bien.  Jamás te creas solo
ni débil, porque hay detrás de ti ejércitos poderosos, que no concibes
ni en sueños.  Si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte. El
único enemigo a quien debes temer es a ti mismo. El miedo y
desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos,
atraen las malas influencias y con ellas el desastre.

Monica Bartolome GRACIAS !

Categoría: Variedades | Agregado por: ADMINISTRADOR (24.de Septiembre.2011)
Vistas: 959
Total de comentarios: 0
Solamente los usuarios registrados pueden agregar comentarios.
[ Registrarse | Entrada ]