Mucha gente sufre debido a sentimientos de odio a sí mismos, o de culpa. Mientras más
sentimientos de este tipo tengamos, menos funcionará nuestra vida.

Estos son ejemplos de pensamientos que dificultan una vida plena: "No soy digno,
no hago lo suficiente, no merezco, no sirvo para nada" Las cosas que te
ocurren externamente son el reflejo del pensamiento interno. Y lo que
piensas... vives. El resentimiento, crítica, ira, miedo, culpa, tristeza, etc.,
causan más problemas en nuestras vidas, no solucionan nada.

El amor, la alegría, el perdón y la neutralidad
generan SANACIÓN a todos los niveles.

Muchos de nuestros problemas provienen de culpar a los
demás, en vez de tomar la responsabilidad de nuestras vidas. No hay nadie a
quien culpar, ni siquiera a nosotros mismos. Las cosas son como son y ya.
Luchar contra corriente es desgastante y generalmente infructuoso. Aceptar la
vida tal cual es, la gente, las cosas tal cual son, es evolucionar la
conciencia, no porque no haya cosas que mejorar, sino porque el aprendizaje de
la experiencia es lo importante.

Amarse a sí mismo es respetarse y reconocer el maravilloso
ser que somos. Es el paso hacia una vida más benéfica.

No nos amamos cuando nos regañamos, criticamos, causamos dolor emocional y físico,
cuando maltratamos nuestro cuerpo, abusamos de comidas o drogas, creemos que no
merecemos amor, nos juntamos con gente que nos maltrata, generamos deudas, etc.

Hay una lista muy larga para aprender a amarse a sí mismo.

El número uno de la lista es que dejes las críticas, todas, sólo detenlas
ahora y para siempre.

Puedes decidir hacer lo mejor de ahora en adelante por
dejar de criticar, en primer lugar, a ti mismo y luego a los demás. Será mucho
más fácil dejar de criticar a otras personas cuando dejas de criticarte a ti
mismo.

El número dos de la lista es que dejes de asustarte
a ti mismo, aquí entramos en miedo, ¿Con qué frecuencia te aterrorizas a ti
mismo con tus propios pensamientos? Entras en terror absoluto y esto sólo
proviene de tus pensamientos, nadie allá afuera está haciendo algo. A veces es
un viejo patrón familiar, otras veces aprendemos a ser así, cuánta gente está
en terror por los temblores en este momento? Y qué tan seguido haces esto
contigo mismo? Encontramos muchas formas de asustarnos a nosotros mismos.

Haz una lista de tus miedos, y entonces date la
oportunidad de cambiar cada miedo en una idea positiva.

Convierte cada miedo en una idea positiva y recuerda
esto: tú siempre tienes el control.

Cada pensamiento es como una gota de agua, si dejaras caer unas cuantas en una mesa,
no significaría mucho. Pero si te mantienes dejándolas caer entonces creas un
charco en el suelo y si continúas, generas un pequeño estanque o hasta un lago
y finalmente hasta puedes crear un océano.


Con nuestros propios pensamientos nos podemos ahogar en un mar de negatividad.

O podemos flotar en el océano de la vida.

Y depende de nosotros.

Los pensamientos que tenemos se acumulan y ¿en qué
tipos de charcos estás viviendo? ¿hasta donde estás lleno de agua?


Conoce lo que te estás haciendo a ti mismo

Cuando estamos dispuestos a cambiar nuestra forma de
pensar, como consecuencia podemos cambiar nuestras experiencias y no importa si
tenemos un gran charco de ideas negativas, porque puedes moverte a otro lado
para crear otro charco de ideas positivas.

Tú puedes hacer cambios, siempre.

Siempre que quieras puedes cambiar los pensamientos de
miedo en ideas positivas para que trabajen para ti.