Flores de Bach- Los Miedos
Compartelo en facebook



Los miedos y las Flores de Bach



Temores,
miedos, pánico, terror. Los distintos estadios de estos sentimientos afectan
por igual al cuerpo físico y alteran la existencia. A veces creemos que porque
ignoramos nuestros temores, ellos no tienen ninguna incidencia sobre nuestra
vida. Esta es, sin embargo, la razón por la cual ellos tienen el dominio de la
persona: son las sombras que habitan en el interior y que atacan cuando menos
se lo espera, haciendo, que la mente se desvíe del rumbo de los objetivos que
uno se había planteado y lo saquen de centro. A partir de ese momento, ese
sentimiento que podía en un principio ser mínimo o despreciable, comienza a
crecer hasta ocupar todos nuestros pensamientos, alterar nuestros ritmos biológicos,
nuestro sueño, nuestra digestión, en suma dañar nuestro cuerpo de mil modos
posibles.

¿Cuál es la función que cumplen las flores de Bach a esta altura?. Si tenemos
en cuenta que el miedo es un sentimiento que la persona instala en su mente en
un momento dado de su vida" debido a circunstancias externas que lo
superan, podemos afirmar que no es algo que traigamos genéticamente, de modo
que si pudiéramos volver a la esencia original, estaríamos libres de él. Poco a
poco las flores van restableciendo la vibración normal energética que había
sido alterada por ese hecho o circunstancia, liberándola, limpiando el campo
energético de cualquier influencia externa que se pueda haber instalado en él.
Esto significa que sin darnos cuenta, gradualmente va resurgiendo la paz
interior a medida que reaparece la fuerza que había quedado "tapada"
dentro del ser por este sentimiento de temor.

En primera instancia podríamos decir que esta es la función que cumplirían las
cinco flores que pertenecen al grupo de Miedos, según lo diferenció el Dr. Bach
(Mímulus para miedos concretos, Rock Rose para miedos paralizantes,
pánicos, Aspen para presagios,
miedos difíciles de explicar, Red
Chestnut
para el temor por los seres queridos y Cherry Plum para el miedo a perder la razón o el control sobre
nuestros actos). Pero hay ciertas sutilezas en otros remedios pertenecientes a
los demás grupos, que, según el tipo de temor confesado por el consultante, no
están contempladas directamente dentro de los cinco remedios descriptos.

Es por esta razón que se hace tan importante poder reconocer claramente la
emoción dominante cuando deseamos prescribir las flores de Bach. Por ejemplo, a
una persona que en un momento determinado declara tener miedo a no poder
cumplir con su tarea por el cansancio que viene acumulando durante los últimos
tiempos debería tomar Elm.

Esta es la flor para la sensación de agobio provocado por el exceso de
responsabilidades, pero el consultante puede describirlo como miedo que el
terapeuta podría llegar a confundir con Mimulus
por ser un miedo concreto. O bien alguien que manifiesta "miedo a
fallar" es un miedo provocado por la baja autoestima de un Larch, así como el miedo a
"equivocarse otra vez" tiene que ver con la incapacidad de aprender
de la experiencia de un Chestnut Bud.

Con esto no estoy significando que debería ampliarse el grupo de los miedos
que estableció el Dr. Bach, sino que el terapeuta debe aprender a ver más allá
de las palabras que usa quien lo consulta y no quedarse con lo primero que
capta. El prescribir flores es un arte que todos podemos aprender pero requiere
de mucha atención, y sobre todo, como decía Bach, de comprensión y compasión.
Es necesario comprender cuál es la causa que motivó la aparición del temor, y
ayudar a la persona a liberarla sin que esta limpieza sea traumática, sino
dejando que las flores actúen por sí mismas haciendo que el sentimiento
negativo desaparezca y, en forma natural, la persona vuelva a ser ella misma.



"En esta era, el miedo a la enfermedad ha aumentado hasta convertirse
en un gran poder de dañar, puesto que abre las puertas a las cosas que tememos,
y así éstas llegan más fácilmente. Ese miedo es en realidad un interés egoísta,
pues cuando realmente absortos en el bienestar de los demás no tenemos tiempo
de sentir aprensión ante nuestras enfermedades personales. El materialismo se
olvida de que hay un factor por encima del plano físico que en transcurso de la
vida protege o expone a cualquier individuo ante la enfermedad, de cualquier
naturaleza que sea. El miedo, con su efecto deprimente su nuestra mentalidad,
que causa inarmonía en nuestros cuerpos físicos y magnéticos, prepara el camino
a la invasión, y si las bacterias y las causas físicas fueran las que única e
indudablemente provocaran la enfermedad, entonces desde luego, el miedo estaría
justificado."

Edward Bach




Categoría: Autoestima | Agregado por: ADMINISTRADOR (30.de Junio.2011)
Vistas: 1140
Total de comentarios: 0
Solamente los usuarios registrados pueden agregar comentarios.
[ Registrarse | Entrada ]