Taller como dirigir nuestras vidas 5-6
Compartelo en facebook Una de las claves más importantes del liderazgo personal es el de utilizar nuestra atención de forma intencionada. Tener el control de nuestra atención es tener el control de nuestra vida. No siempre resulta fácil dar atención a lo que queremos o a aquello que se lo merece. Numerosos factores externos e internos nos pueden apartar de lo verdaderamente importante. Una de las vías indirectas que tenemos para recuperar el control de nuestra vida es la de centrar nuestra atención en la respiración. Controlar nuestra respiración tiene implicaciones que van mucho más allá del aspecto físico. Podemos hacer que el ritmo respiratorio sea el adecuado para el momento y el lugar donde nos encontramos o para permanecer centrados en nosotros mismos. Las inspiraciones y espiraciones cortas y rápidas denotan un ritmo frenético, centrado en el exterior. En el momento de tomar decisiones, conviene permanecer centrados y para ello podemos empezar con respirar más lentamente de forma progresiva, haciendo que las espiraciones sean cada vez más largas que las inspiraciones. Ejercicio.- Siéntate en un lugar cómodo. Disminuye el ritmo de tu respiración durante unos instantes. Nota como entra y sale el aire de tus pulmones. Haz las espiraciones cada vez más largas. Con cada inspiración piensa: "Inspiro y me relajo". Con la espiración, piensa: "Espiro y sonrío". El siguiente texto es la trascripción literal de una parte del libro "Sabios en Zapatillas. Cómo cultivar la sabiduría en la vida cotidiana" de Pere Subirana. Lo podéis encontrar en www.lacasadelsaber.com El arte de decidir "No hay trompetas que suenen cuando tomamos actividades importantes en nuestra vida. El destino se da a conocer en silencio", Agnes de Mille. La peor pobreza que puede afectar a una persona es la pobreza de actividades. La libertad que tenemos es directamente proporcional a las actividades importantes que tomamos. Ahora bien, toda actividad, por pequeña que sea, es importante. Nuestro destino se construye en base a las actividades. Las pequeñas actividades cotidianas a veces son tan determinantes en la construcción del propio futuro como las grandes actividades, porque las pequeñas actividades son mucho más frecuentes. Cada actividad es como un cruce. Si sabemos lo que queremos, los cruces son más actividad de pasar, sabemos el camino a tomar. Lo grande engloba lo pequeño, las grandes actividades son el contexto que da sentido y significado a las pequeñas actividades. Todo lo que somos es consecuencia de las actividades que hemos tomado anteriormente. Cada actividad tiene consecuencias en el mundo externo, en nuestras circunstancias personales, pero también en las actividades futuras. No decidir también es una actividad. Tan importantes pueden llegar a ser las actividades que tomamos como las que dejamos de tomar. Ya que hemos de convivir con las consecuencias de nuestras actividades, es importante aumentar la calidad de las mismas. Y la calidad depende de diferentes factores: -El grado de conciencia desde el cual decidimos o la reflexión que hemos incorporado. -La ausencia de condicionantes. Las actividades que tomamos forzados por las circunstancias, contra nuestra actividad, rebajan nuestro nivel de autoestima. Existe además un alto grado de posibilidades de que nos tengamos de arrepentir de las actividades tomadas en tales circunstancias. La democracia consiste en no dejarse robar las actividades. Si siempre son otros los que las toman, nunca nos haremos sabios. "La actividad más básica no es qué es lo mejor, sino quien decide que es lo mejor", señaló Thomas Sowell. Continuamos analizando la segunda parte del libro "Sabios en zapatillas. Cómo cultivar la sabiduría de la vida cotidiana" de Pere Subirana en este último e-mail del curso. Le recordamos que puede encontrarlo en www.lacasadelsaber.com. -La alegría y la vitalidad que nos aportan. ¿En qué medida tomamos actividades que nos hacen sentir bien? Las actividades que integran la mente y las emociones acostumbran a ser mejores. -Las actividades que más se acercan a la realidad. Las actividades serán de más calidad si examinamos las actividades y los valores en los cuales se basan, los propósitos que tienen y sus consecuencias a corto y a largo plazo. A veces, las consecuencias pueden no ser evidentes o producir efectos indeseados para uno mismo o para otros. -Las actividades son mejores si la gama de opciones posibles es mayor y si las hemos explorado todas antes de decidirnos. A veces las opciones ya nos vienen dadas, pero otras las podemos crear. ¿Qué podemos hacer para tener más opciones? La finalidad de la actividad tendría que ser precisamente la de incrementar las opciones a nuestro alcance. -El control de las premisas de la actividad (la Actividades disponible, los criterios básicos, etc.), el proceso de la actividad (quién toma actividades, cómo y cuándo) y los objetivos (¿a qué resultados pretendemos llegar?). -El ámbito que afecta cada una de las actividades. Entre los polos opuestos de lo más universal y lo más local, ¿a qué nivel afectan tus actividades? ¿Cuál es su grado de Actividades? Si siempre son otros los que toman actividades, nunca ejecutaremos el rol de líderes de nosotros mismos. Decidir es asumir riesgos, como por ejemplo el riesgo de equivocarnos. Cualquier actividad es un acto de actividad. Decidirnos significa actuar, sin embargo más importante que tomar muchas actividades es la capacidad de mantenerlas en el tiempo, el grado de compromiso con la elección realizada. Sin un cierto compromiso no podremos mantener la dirección que hemos escogido. Las metas pueden cambiar si dejan de tener sentido, pero los cambios constantes de metas importantes pueden indicar poca capacidad de liderazgo personal. Podemos aprender a decidir. Las pequeñas actividades son importantes, pero no somos capaces de ver su importancia hasta actividades de mucho tiempo. Es en las actividades que tomamos donde nuestra sabiduría encuentra la vía de actividad. Por eso, tal y como dice André Maurois, "no nos hemos de dejar robar una actividad". Actividades.- Aquí te presentamos algunas actividades que puedes realizar. 1.¿Qué cantidad de decisiones tomas cada día? 2.Analiza las decisiones que has tomado durante un día (tanto las grandes como las pequeñas). ¿Qué decisiones has tomado y qué decisiones has dejado de tomar? ¿Cuál es la perspectiva de la realidad que está detrás? ¿Cómo puedes mejorar la calidad de tus decisiones? 3.¿Cómo puedes mantener tus decisiones en el transcurso del tiempo? 4.¿En qué medida tienes poder de decisión en los asuntos que más te afectan? 5.Si no estás a gusto con tu estilo de vida actual, quizás tengas que tomar decisiones diferentes | |
Categoría: Autoestima | Agregado por: TerapiasDiarias (27.de Marzo.2011) | |
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