Siempre hay una esperanza y un motivo para vivir !!!, hay que recuperarlo...
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De repente un día cualquiera uno se despierta, sin
deseos de levantarse de la cama, los ojos le pesan y las sábanas son el refugio
perfecto. Pero inevitablemente hay que salir, levantarse, y hacer al desayuno.
Es un asunto complicado si no hay voluntad para nada, pero lo dejamos pasar
como si nada grave estuviera ocurriendo, simplemente no era un buen día.

Sin embargo, otro día se repite la misma historia, pero los síntomas se acentúan,
hay una angustia inexplicable y cualquier motivo, por insignificante que sea,
es causal de llanto. Ese sentimiento se acrecienta y se hace más fuerte, cada
vez se produce con mayor frecuencia y se convierte en una prensa que impide el
flujo normal de la respiración. En ese momento todo es color de hormiga y nadie
es buena compañía, el apetito disminuye o por el contrario, es insaciable,
ambos extremos son un indicio de que las cosas no marchan bien.

Salir a la calle no es la mejor opción, por lo tanto, queda descartada. Las
náuseas, dolores de cabeza y el dolor del alma impiden que se realicen a
cabalidad las tareas de la vida cotidiana. Sólo pensamientos negativos recorren
la mente y la debilidad crece cada vez más. Desde un tiempo atrás la familia y
los amigos quedaron a un lado y la soledad es la única compañera.
Paradójicamente, en ese estado no se puede convivir consigo mismo y los demás
son los culpables de esta desgracia.

Se produce un grito desgarrador pidiendo ayuda, advirtiendo que el dolor del
alma es intolerable y por lo tanto, perjudicial para la integridad del ser
humano. Esta enfermedad mental, cuyos síntomas son dolorosos, es la comúnmente
llamada depresión. Muchas personas la padecen, pero pocas piden ayuda.
Seguramente en algunos casos hay motivos concretos que llevan a alguien a tanto
sufrimiento, en otro no los hay, es la misma persona que tiene su autoestima
tan baja y su dolor tan grande que magnifica todo, que tiene miedo, se siente
incapaz de ser querida por alguien, y la vez, según ella, es incomprendida por
todos.

Hay que saber también que hay varios estados depresivos, varios tipos de
depresión, que no a todos les sucede lo mismo y de la misma manera, pero hay
patrones comunes, ya que con la depresión se pierde la capacidad para alegrarse
y sentir placer por las situaciones cotidianas de la vida. Si pierde la
capacidad de hacer proyectos, de planificar un futuro, de sociabilizar, se
pierde la voluntad, de ´hacer´. La depresión es un pozo, se va haciendo cada
vez más profundo, por eso hay que hacer hasta lo imposible por salir.

Hay que pedir ayuda, hablar, demostrar los sentimientos, sacar a la luz las
preocupaciones, angustias y miedos. La ayuda profesional es importantísima,
porque le permite ver al paciente lo que sucede desde otro perspectiva,
descubrir el por qué y es una ayuda para encontrar una salida. Ayuda a
encontrarse consigo mismo, para aprender a quererse, a valorarse, a respetarse
y a mejorar la autoestima. No se buscan culpas ni culpables, se ven las
responsabilidades.

Pero la persona depresiva no es la única que sufre, también lo hace su familia
y los amigos. Por esto hay que consultar al psicoterapeuta cuanto antes, cada
tratamiento se planifica de acuerdo a las particularidades del caso. Los
estados depresivos no se pueden manejar sólo con la voluntad, dado que hay
tanta negaciones en el paciente que los reproches, las culpas, los miedos, los
sentimientos negativos son muchos y a su vez son producto de una historia
personal, de una situación actual, de las relaciones familiares e
interpersonales.

Por lo tanto se planifica la terapia y se va reacomodando de acuerdo con los
pasos que dé el paciente. El proceso no es mágico, se basa en la
retroalimentación. Así el paciente y el terapeuta, ambos respetando los papeles
que asumen, pueden avanzar conjuntamente, sólo si el enfermo realmente anhela
superarse y mejorarse. La depresión es un círculo vicioso que contagia y aleja
a quienes rodean al paciente. Por esto es prioritario pedir ayuda, se puede
salir de pozo con el apoyo del especialista. Después de todo será posible
volver a encontrar esa persona que se creía perdida, la esperanza siempre está
allí y las ganas de vivir también, entonces ¿por qué dejarlas morir?
Categoría: Autoestima | Agregado por: ADMINISTRADOR (11.de Diciembre.2011)
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