ESTE TEXTO ES CORTESIA DE LA EMBAJADA DE LA INDIA EN ARGENTINA.

Hace
dos mil años, nativos del Tíbet tenían un sistema médico tradicional
que estaba estrechamente conectado con su sistema espiritual autóctono.
Ellos usaban, y continúan usando, una antigua forma de medicina
conocida como Gso-wa-Ring-pa o "El conocimiento de la sanación”, cuyos
orígenes se cree están basados en las enseñanzas de Buda.

La
medicina Tibetana ha existido en su forma actual durante más de mil
años. Durante varios siglos se fue incorporando el conocimiento médico
del Ayurveda Indio, el sistema Chino y los sistemas médicos de la
Grecia Helénica y de Persia. Adicionalmente, este sistema incorporó el
pensamiento Budista.

En el pensamiento Budista todo el
sufrimiento y por lo tanto todas las enfermedades, son causados por el
apego, la ira y la ignorancia, conocidos como "los tres venenos
interiores”. La manifestación física de los "Tres venenos” asume la
forma de tres humores que son el rLung (pronunciado lung), el mKhris-pa
y el Bad-kan. En español estos son generalmente traducidos como
viento, hiel y flema. Cuando están en armonía mantienen el bienestar,
pero cuando son molestados y pierden la armonía son los causantes de
las enfermedades.

El deseo corresponde a la desarmonía de rLung
(viento). Algunos síntomas de trastornos del rLung son la orina
espumosa, la lengua seca y áspera o el pulso alterado.

El odio
corresponde a la desarmonía de la hiel. Algunos síntomas de trastornos
biliares incluyen la presencia de orina espesa o rojo amarillenta, una
pelusa espesa y amarillenta en la lengua o un pulso extendido.

La
ignorancia causa los trastornos de las flemas. La orina es inodora,
aguada y blancuzca y el pulso es "torpe o pesado”. Adicionalmente, el
budista Tibetano cree que el karma (ley de causa y efecto) de las
encarnaciones previas del individuo, también puede ser el responsable
de nuestras enfermedades en la experiencia actual.

La ignorancia
genera otros estados mentales negativos tales como el deseo, el odio,
la envidia y el orgullo, que también contribuyen a nuestro sufrimiento.
Entender las emociones propias es una parte esencial de la jornada
Budista hacia el completo despertar y la liberación de las condiciones
indeseadas de todo tipo. Sin embargo, dado que la mayoría de nosotros
contamos con muy pocas habilidades para trabajar con nuestras energías
emocionales, las medicinas y otros remedios son requeridos. El
tratamiento puede incluir consultas sobre el estilo de vida y dieta,
recomendaciones de mantras y meditación, moxibustíon (quema de la hierba
Artemisa pegajosa), el uso de suplementos y masajes con aceites
herbales especialmente formulados y, ocasionalmente, la acupuntura.

La
imagen ideal de un sanador de la medicina Tibetana es la de "un hombre
de noble carácter, capaz de hacer el diagnóstico correcto de la
enfermedad de un paciente de manera inmediata, sin ningún examen y con
la mínima asistencia” Superfluo es decirlo, pero dichos médicos son
bastante escasos. Por lo tanto, antes de que un médico adquiera alguna
credibilidad, debe capacitarse durante al menos veinte años en esta
tradición....

MEDICINA TIBETANA (segunda parte).

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La
medicina Tibetana es una tradición holística, y la curación duradera
sólo puede tener lugar cuando todo el ambiente psicosocial del paciente
es tenido en cuenta, ya que los métodos superficiales que únicamente
toman en cuenta los síntomas exteriorizados de la enfermedad no son
vistos con buenos ojos. Por lo tanto, la medicina Tibetana está ganando
cada vez más reconocimiento en Occidente como una opción
particularmente efectiva para pacientes con enfermedades crónicas tales
como la hepatitis, ciertos tipos de enfermedades mentales, úlceras,
parálisis, cálculos biliares, cálculos renales y artritis.

El
médico Tibetano concentra su atención en los factores espirituales,
incluso en el tratamiento de las más sencillas enfermedades, y
considera las medicinas y los instrumentos médicos como objetos
sagrados. Incluso los productos farmacéuticos, que son mezclas de
compuestos vegetales, animales y minerales, son preparados con
meticulosa atención al ritual religioso. Por ejemplo, después de que el
médico Tibetano reúne docenas de ingredientes diferentes que son
utilizados para la fabricación de una pequeña y única píldora, él lleva
a cabo un ritual de meditación.

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