Hace mal trasnochar
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Hace mal trasnochar

Una mayor propensión a la actividad en las últimas horas de la tarde
y
las primeras de la noche, en vez de en las matutinas, siempre y
cuando no
existan circunstancias externas que favorezcan esa tendencia,
puede ser un
primer síntoma de futuros problemas de conducta en la
adolescencia temprana,
según un equipo de psicólogas que ha encontrado
que los niños que sienten
predilección por la franja horaria del
anochecer, sin estar influidos por
circunstancias externas, tienen más
probabilidades de exhibir una conducta
antisocial, ser propensos a
incumplir reglas, y experimentar dificultades en
prestar atención y en
concentrarse.



(NC&T
Los resultados del estudio hacen pensar además que secreciones
atípicas
de la hormona cortisol y una pubertad temprana están más relacionadas
 con una conducta antisocial, aunque los resultados son más claros para
los
muchachos que para las chicas.



Elizabeth J. Susman, profesora de salud bioconductual en la
Universidad del Estado
de Pensilvania, y sus colegas, están tratando de
entender cómo la preferencia por una
u otra franja horaria, junto con
las proporciones de cortisol medidas por la mañana y
por la tarde,
influyen en la conducta juvenil.



Estas preferencias por las horas matutinas o por las crepusculares
se refieren a las
diferencias individuales en las pautas del sueño y la
vigilia, y a la propensión hacia
una u otra franja horaria en el mayor
grado de actividad de los preadolescentes y en
sentirse bien despiertos.



Estudios anteriores con jóvenes de más edad, ya adolescentes, han
sugerido que, sin
causas externas que la propicien, esta tendencia
parece estar relacionada con varios
problemas psicológicos.



Susman piensa que la preferencia hacia las noches podría hacer que
los adolescentes
jóvenes fuesen más vulnerables también a la conducta
antisocial, y está estudiando
cómo los patrones atípicos de la secreción
de cortisol podrían sumarse al problema.



En los humanos, esta hormona es responsable de la regulación de
varios rasgos
conductuales como las respuestas de lucha o de huída ante
una amenaza inmediata,
con fuertes descargas de adrenalina, y también
interviene en la actividad inmunológica,
presentando asimismo conexiones
con la agudeza sensorial y con ciertos aspectos del
 aprendizaje y la
memoria.



El cortisol normalmente alcanza su pico por la mañana y disminuye a
un valor estable
por la tarde y al anochecer. Las mediciones efectuadas
por la mañana y por la tarde
 habitualmente muestran una disminución
significativa, y los científicos asocian
diferencias en las mediciones
con la depresión clínica y la conducta antisocial,
si no se deben a
otras causas.



El estudio actual analizó la preferencia por la actividad matutina o
por la nocturna
entre 111 muchachos y muchachas con edades de entre 8 y
13 años.
Los investigadores hicieron entonces las mediciones del
cortisol contenido en la saliva
y evaluaron a los niños para determinar
la posible presencia en ellos de una serie
 de rasgos conductuales
indeseables.



Los resultados del estudio sugieren que una preferencia por la
actividad
nocturna está asociada con rasgos antisociales de la conducta
como desobedecer
reglas, problemas de la atención que dificultan
concentrarse en las enseñanzas
escolares, y alteraciones de la conducta.
Sin embargo, estos rasgos antisociales sólo
fueron vistos en los
muchachos. En las muchachas, la preferencia por la franja horaria
del
crepúsculo está simplemente asociada con problemas menores en sus
relaciones.



El desarrollo temprano de una preferencia por las horas nocturnas
podría tener serias
implicaciones más adelante en la vida, porque
contribuye a dormir poco, y esto a su
vez causa problemas como la falta
del control y las dificultades en regular la atención,
que están
asociados con las conductas antisociales y otros problemas.



En el estudio, también participaron las investigadoras Samantha
Dockray, Virginia L.
Schiefelbein, Suellen Herwehe, y Jodi A. Heaton,
todas de la Universidad Estatal de
Pensilvania, y Lorah D. Dorn,
profesora de pediatría del Centro Médico Hospitalario
Infantil de
Cincinnati.





Voy a seguir trasnochando igual


 




Categoría: Notas | Agregado por: TerapiasDiarias (12.de Junio.2011)
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