Compartelo en facebook La Ley del Karma se basa en el enunciado
físico y metafísico que nos enseña como "toda causa tiene su efecto y
viceversa”. Cualquier hecho que hacemos echa a andar toda una cadena de
eventos, que pueden dar resultados positivos, o negativos.
El karma no es bueno ni malo, es un resultado. Por eso se genera buen karma
cuando hacemos cosas que podríamos calificar de "buenas o positivas” y
generamos mal karma al hacer lo contrario.
Lo "bueno" y lo "malo"
Existe mucha confusión con los conceptos de bueno y malo y la gente tiende a
identificarlos con costumbres, leyes, hábitos morales o sociales, étnicos,
etc., lo cual es muy enredado y no conduce a nada claro. Te dicen "eso es malo”
simplemente porque es lo que aprendieron en su infancia o su medio, o eso es
"bueno” porque esperan una recompensa si lo hacen.
Hay leyes sociales de convivencia pero de ahí que intrínsecamente sea malo o
bueno es otra cosa: en las selvas amazónicas las tribus de indios están
totalmente desnudos, eso no es malo ni "inmoral” es su costumbre y tienen otras
éticas y normas, en otras sociedades hay otras. Pero ¿cómo tener una regla
fácil para entender esto?
Muy fácil: Bueno o positivo es todo aquello que cuando lo haces no te daña a
ti, ni a los demás, ni al medio ambiente. Lo negativo es lo opuesto.
De ahí que hacer lo "bueno” crea ondas energéticas positivas cuyos resultados
son también positivos. Principios y sentimientos tales como el amor, el perdón,
la humildad, la tolerancia, la consideración a los demás, el respeto a todas las
personas y sus diferencias, y los factores de unión entre todos los seres
humanos van consolidando una personalidad que cada día es mejor porque una
buena acción o dirección de pensamiento lleva a otra. Recordemos, las cosas en
sí no son ni buenas ni malas, es la energía que le ponemos lo que las define:
un cuchillo sirve lo mismo para cortar una fruta, que para matar a una persona.
El cuchillo es un instrumento, nosotros le ponemos la energía.
Es parecido a quienes viven pensando que "el dinero es todo” ¡ojo, ese tipo de
personas lo harán "todo” por dinero, hasta matar inclusive! Quienes viven en un
medio hostil llenos de odios, recelos, odiando a todos los que no piensan como
ellos, intolerantes, rígidos, con envidias, incapaces de perdonar y olvidar, con
deseos de venganzas y con una mentalidad torcida, maltratando los animales y
seres vivos en general, desconsiderados con todos, tristemente cada día se
complican y enredan más dentro de sus malos karmas.
Si una persona se lanza de una azotea en un piso 20 del edificio y cuando cae
se muere nadie la "castigó”, es una reacción a una acción. Si come tarde de
noche y tiene indigestión, hay una relación causa efecto. Si la personalidad es
agresiva y petulante, enredadora y torcida, y dondequiera que va tiene
problemas no es que tenga mala suerte ni una fuerza equis o un embrujo o
hechizo la esté castigando sino que esa persona está recogiendo lo que siembra.
Karma y destino, el papel de la Carta Natal
Otras personas confunden el llamado "destino” con el Karma y con la Carta Natal
y es menester estar muy claro en esto. En la Carta Natal aparecen las
"posibilidades” las "potencialidades”, pero es uno quien escoge el camino, o
sea, uno mismo se va forjando su propio destino en base al paisaje que se le
presenta. Cuando se conocen tenemos una guía, una especie de mapa, que inclina,
pero no obliga, presenta, pero no fuerza.
Supongamos este escenario: estás en una cafetería y cuando sales puedes optar
por ir a la calle de la derecha, o a la izquierda, o seguir de frente son tus
opciones. En una esquina hay un ladrón que espera una víctima para asaltar, en
otra el amor, en otra una posibilidad de trabajo. Según la persona escoja en
ese momento irá al encuentro de lo que llamaría "su destino”. Lo que aparecería
en su C Natal serían estas tres opciones, ahí están, lo que la persona decide
es su libre albedrío. Es en esos momentos cuando es tan importante tener un
"buen karma” porque nos ayuda a entender mejor nuestras intuiciones, lo que se
llama en general "corazonadas”.
De nuevo: frente a ti están diferentes alternativas: A, B, C y otras más. No
sabes cuál es cual, pero ahí están. Escogerás una y al hacer tu elección mucho
influirá tu personalidad, tu temperamento, la manera que escuches tu voz
interior tu famosa intuición, y la carga de Karma positiva que tengas. Por eso
la respuesta a la famosa pregunta de "¿se puede cambiar el destino?”
Evidentemente es SI porque uno mismo lo va forjando.
Mejorando el Karma
Traemos un karma y podemos mejorarlo, pero es un trabajo de adentro hacia
afuera. De nada vale usar hierbas, cristales de cuarzo, cánticos, rezos y
mantras si no se produce una verdadera transformación interna. Esos elementos
pueden ayudarnos a concentrarnos para trabajar sobre el mismo, pero la
verdadera "limpieza” del Karma es un proceso interior, cuando no dejamos que
aniden en nuestro Ser Interno pensamientos negativos. ¡Hay que eliminar del
diccionario personal las palabras odio, egoísmo –que es el sentimiento opuesto
al amor!-, envidia y todas aquellas que atraigan a nuestras vidas malas
energías.
Mientras mejores seres humanos seamos, más felices seremos, y más felices
haremos a los demás y estaremos generando a cada instante buen karma, para
nosotros y para todo el planeta.
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