Asumir el resultado de mis decisiones...
Actuar con total eficacia y serenidad...
Agradecer todo lo que tengo...
Valorar y disfrutar intensamente todo lo que tengo, todo lo que hago...
Respetar a todas las personas...
Adaptarme sin reservas al lugar donde me corresponde cumplir funciones...
ACEPTAR:
Acepto
que el propósito del Padre es perfecto y que todo lo que ocurre es
neutro y
necesario.
RENUNCIO a intentar cambiar a los demás y, en su
lugar, trabajaré sobre mí mismo.
RENUNCIO a luchar y a tratar de
modificar el orden perfecto del Universo y sus
procesos necesarios, y,
sobre todo,
a tratar de interferir con las experiencias de vida de las
demás personas.
ASUMIR:
Asumiré el resultado de mis decisiones y de mi experiencia de vida.
ASUMIRÉ
que mis pensamientos, sentimientos y emociones los genero yo mismo y
no
lo que sucede a mi alrededor, ni mucho menos lo que piensen, digan,
hagan o
dejen de hacer los demás.
RENUNCIO a culpar a nada ni a nadie por lo que me suceda o deje de sucederme.
El culpable no existe.
ACTUAR:
Actuaré
con total eficacia y serenidad ante cualquier circunstancia que se
presente,
dando lo mejor de mí en las labores que me corresponda
realizar.
RENUNCIO a agredir de pensamiento, palabra y obra. No
agrediré a nada ni a nadie.
Tendré absolutas firmeza y lealtad con los
acuerdos y compromisos que libremente
establezca. El hacer es la clave
del tener.
AGRADECER:
Agradezco
TODO lo que tengo y todas las situaciones difíciles y dolorosas, porque

ellas son oportunidades que nos da la vida para aprender y hacer
nuestro desarrollo
espiritual. RENUNCIO a sufrir ante las dificultades,
comprendiendo que tienen un
profundo propósito de amor para poder
reconocer la ley y liberarme de las
limitaciones, las dependencias y el
sufrimiento.
VALORAR:
Valoro
y disfruto intensamente todo lo que tengo y todo lo que hago.
Reconozco
que siempre tengo conmigo todo lo necesario, y valorándolo,

desarrollaré la capacidad para disfrutar nuevas cosas y relaciones.
RENUNCIO
a quejarme de lo que tengo. La queja nos hace pobres.
La prosperidad es
el resultado de la valoración. El que no valora lo que tiene está
en
camino de perder lo que necesita.
RESPETAR:
Respeto
a todas las personas en sus ideas, costumbres, creencias,
comportamientos,
y en su derecho a tomar sus propias decisiones.
RENUNCIO a criticar, descalificar, juzgar, condenar y castigar a toda persona por
cualquier motivo,
porque comprendo que cada quien hace lo mejor que puede con
lo mejor
que sabe, y no soy yo quien para juzgarlo.
Daré información de sabiduría
sólo a quien la pida expresamente o a quien acepte
mi ofrecimiento
sutil por respetuoso.
ADAPTARSE:
Me adapto sin reservas al lugar donde me corresponde cumplir funciones para
lograr en él una vida llena de satisfacciones.
RENUNCIO
a huir de lugar y de las situaciones que me corresponde vivir.
Creer
que la felicidad está en otra parte diferente a nuestro interior, es una
falsa
ilusión.
¡A partir de hoy sólo pensaré lo mejor, sólo diré lo adecuado y
sólo haré lo necesario!
Alexia