"TE REGALO LO QUE SE TE ANTOJE"
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• Escribe en un papel, y en orden de importancia para ti, todas las cosas que
tú deseas y sin temor de pedir demasiado, pues la fuerza que te voy a dar a
conocer no sabe de limitación.

• Lee tu lista al despertarte y antes de dormir.

• Piensa a menudo en tus deseos. Goza imaginándolos, y siempre que los
recuerdes di: "Gracias Padre que ya has dado la orden de que me sean
conferidos!".

• No le cuentes a nadie lo que estás haciendo.

Esto es muy importante porque si lo comentas con
alguien, se disipa toda la fuerza y no verás realizados tus deseos. Eso es
todo. Ahora...

Para mayor satisfacción tuya, sé espléndido contigo mismo.

No digas en tu lista que deseas una casita
"Aunque sea chiquitita...". Pídela del tamaño que te convenga y te
agrade plenamente.

Si es dinero, menciona la suma, si es trabajo
indica qué clase, el sueldo al que aspiras, las condiciones y la localidad más
conveniente para ti.

En tu primera lista pon cosas sencillas para que te vayas acostumbrando tú
mismo a ver caer y ocurrir maravillas, pues como jamás has hecho esto, no vas a
creer que sea posible, y te advierto que esta duda te puede costar el que no
veas lo que has pedido.

Es natural que te vengan dudas y desconfianza
porque la idea es muy nueva para ti. Pero cuando sientas escepticismo,
pesimismo, etc., saca tu lista, reléela y da las gracias de nuevo. El dar las
gracias por lo que aún no se ha visto es la forma más positiva de manifestar la
fe. Lo recomendó Jesucristo en varias ocasiones, como tú recordarás,
notablemente antes de alimentar a cinco mil personas con cinco peces y cinco
panes, cuando miró hacia el cielo y dio las gracias en el momento de partir el
primer bollito de pan.

Ah..., te va a sorprender que cada vez que leas tu lista, primero vas a tener
que tachar algunos puntos porque ya se te habrán realizado. Entonces tendrás
que hacerla de nuevo, poniendo otros puntos en los lugares más importantes.

No te preocupe esto. Es natural, a todo el
mundo le ocurre.

Lo que sucede es que tu Yo Superior te va
indicando que muchos de estos deseos están ya al alcance de tu mano, mientras
que hay otros que no lo están tanto.

Ah..., no te pongas a "jurungar" respecto a la manera cómo se te van
a dar porque esto es contraproducente.

La Gran Fuerza Espiritual está más allá de tu
comprensión humana. Acepta lo que te da con gratitud, no la interrumpas ni la
cohíbas, y sobre todo, no se te ocurra pensar o decir o exclamar cuando veas
tus deseos realizados: "Cómo va a ser!

Esto no parece posible! Si lo que parece es que
todo esto se iba a realizar de todas maneras! "NADA DE ESO!!! Lo que pasa
es que la Gran Fuerza Espiritual (cuyo nombre verdadero, entre paréntesis, es
"La Ley de Precipitación") es completamente impersonal y coloca sus
dones en los lugares más armoniosos, más naturales, aprovechando los canales ya
establecidos en tu propia vida. A ella no le interesa el exhibicionismo ni la
sorpresa.

Sólo cumple con su cometido de darle lo que tú
pidas, donde mejor convenga. "



"PIDE Y SE TE DARÁ; BUSCA Y ENCONTRARÁS; TOCA Y TE SERÁ ABIERTO".

Categoría: Variedades | Agregado por: TerapiasDiarias (24.de Abril.2011)
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