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Las causas de la limitación económica
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Las
causas de la limitación económica



Las riquezas
materiales y el dinero son buenos y necesarios; pero han de ser bus- cados con
las bases armonizadas del equilibrio espiritual y material, los valores mo-
rales, el entusiasmo y el esfuerzo personal, la perseverancia. ¡Que la luz del
cora- zón, el discernimiento de una mente lúcida sean el resplandor hacia la
victoria!



La autoestima. En el logro de la
prosperidad económica, mucho tiene que ver la autoestima personal. ¿Qué es
autoestima? La propia valoración, el amor hacia uno mismo con el enfoque del
equilibrio para no autoensalzarse así como tampoco caer en el menosprecio.



La valoración
personal es algo muy fundamental para conseguir prosperidad. Hay que creer en
uno mismo, en que podemos y somos capaces de realizar el éxito, en que lo
merecemos. Quien no se ama y se valora a sí mismo carece de la energía que lo
impulsará a luchar. Hay también que amar a nuestro prójimo, valorarlo
igualmente.



 



No todo es dinero. El concepto de éxito
que hay en el mundo es a nivel material generalmente. Han logrado el éxito
--piensa la gente-- quienes tienen dinero, una só- lida posición económica,
buenos negocios, capital e inversiones, riquezas estables como casas, terrenos,
etc.; pero esa es una faceta del éxito nada más, la prosperi- dad material, ya
que no todo el éxito está ahí ni es lo único que hay. ¿Cuál es la dife- rencia
fundamental?



Como ven, el
diccionario no menciona la palabra "dinero" ni posesiones materiales
para dar una definición correcta de la palabra "prosperidad". ¿Por
qué la gente cree que el éxito, la prosperidad se refiere totalmente al dinero
y posición económica, a las riquezas materiales?



Aunque dicen que todo
se compra con dinero, hay muchos casos en lo que éste no funciona ni sirve para
nada. Por ejemplo: No dejan de caer enfermos los personajes del mundo.
Poderosos banqueros, prestigiosos comerciantes, presidentes de pleni-
potenciarios países, cantantes famosos, hasta agraciadas princesas reales a
quie- nes nada falta, pasan de plano sorpresivamente. A todos esos seres, les
puede lle- gar la enfermedad y la muerte sin que la acumulación de dinero en
sus vidas les sir- va, en esos momentos trágicos, para nada.



 



También,
inevitablemente, figuras exitosas de la farándula, los medios económicos o
científicos llegan a la vejez y no encuentran soporte en su fama o su dinero
para que el olvido no los cubra de sombras. En todos esos casos y muchos otros,
la pros- peridad material del dinero para nada sirve. ¿Se han de despreciar,
por ello, el dine- ro y las riquezas? Esa es una posición extrema en la que no
se debe caer, pues hay un desenfoque en todo lo extremado por falta de ajuste y
de armonía.



 



Causas de la
limitación económica.

Quienes sufren una condición de escasez en lo referente al dinero, así se lo
han creado para ellos mismos; nadie más es el causante de su infortunio.
Alguien que lea estas líneas puede pensar así: ¿Cómo? ¿Yo mismo he querido ser
pobre? ¡Eso es absurdo! Sin embargo, no hay ninguna injusticia en lo que
acontece a cada persona. Cuando llega la propia cosecha, ¿quién se acuerda de
haber sembrado antes? Nos referimos, por supuesto, a vidas anteriores; también
a la existencia presente donde están las causas escondidas de toda apariencia o
problema por confrontar, así como también las condiciones felices de la
existencia terrena. Se dan varios casos definidos sobre este particular:



A) La típica conciencia de limitación y escasez crea las
condiciones de vida que res- ponden a ese patrón mental-emocional. Todo ser
humano es autocreador y ha de aprender, por experiencia propia, que tiene el
Poder del Padre dentro de sí para usarlo bien. Si no controla el poder mental y
lo deja escapar hacia el negativo, tendrá que sufrir las consecuencias de ello.



B) La situación puede ser karmática por mal uso del
dinero, de las riquezas en vidas anteriores. El despilfarro, la mala
administración, el egoísmo de acaparar para sí mismo a costa de atropellar a
otros, la "trácala", el robo, la falta de moral y razones parecidas,
sólo producen una siembra de escasez y pobreza para el futuro. El abuso del
poder político, espiritual, social y moral también conduce a esta condición.
Quie- nes roban a sus pueblos y los mantienen hundidos en la pobreza a costa
del propio engrandecimiento generan, para ellos mismos, una situación de
miseria bastante aguda. Igualmente, los que se apoderan de bienes materiales o
espirituales pertene- cientes a movimientos de luz no merecen otra cosa que
pasar por graves condicio- nes de limitación económica en un futuro de sus
posteriores vidas terrenas, para compensar y ajustar su karma.



C) Una planificación previa con fines de aprendizaje y
corrección. Esto se realiza normalmente en la etapa intermedia entre dos vidas;
es decir: después de desencar- nar (pasar de plano o "morir"). En la
Cuarta Dimensión, hay una conciencia de supe- rior nivel a la que tienen cuando
viven encarnados (Tercera Dimensión). Por estar libres de las limitaciones de
la carne, de la pesadez ambiental, cada individuo es capaz de ver sus errores
lo mismo que sus aciertos. Pueden también pedir orienta- ción, asesoramiento a
los representantes de la Junta Kármica; luego, decide por él mismo, planifica
su próxima existencia terrena con los karmas correspondientes, los cuales
reconoce y acepta. Resulta la única manera de avanzar, si no quiere quedar- se
estancado. ¿Es posible que se haya planificado una ceguera, una parálisis, una
enfermedad cualquiera, un derrumbe económico, la pobreza, la familia
desajustada, el hogar infeliz, un matrimonio en fracaso...? Sí es posible y muy
cierto, en bastantes casos de limitación económica.



Quien está
endeudado

vive bajo presión y se siente infeliz, quiere pagar cuanto antes, salir de eso.
Igualmente, los que compran bienes materiales a plazos desean terminar de una
vez para quedar tranquilos. La conciencia de más alto nivel que tie- nen los
desencarnados (aunque no todos) les permite planificar las condiciones de su
nueva reencarnación. Sabe que su parte humana (Personalidad) no querrá afron-
tar los hechos e intentará escapar a como pueda; por lo tanto, le piden a su
Presen- cia (su Padre o "Dios") que los ayude a cumplir. Las
condiciones duras, difíciles que se imponen son como el alcohol que duele; pero
cura rápidamente.



En lo
referente a la situación de escasez
, ésta se arrastra de una a otra vida. Suele
perdurar bastante cuando hay ignorancia acerca de los principios espirituales.
Por no haber superado los conceptos de escasez, muchos vuelven a nacer pobres y
la limitación de dinero los atormenta durante años. Aquí, no hay karma por
pagar.



D) No entrar en tentación. El poder de la riqueza es
como un tobogán en descenso. Las personas se sostienen bien mientras están
arriba; pero no cuando empiezan a bajar. Son muchos los que quieren pasar por
tentaciones de dinero con objeto de superarse espiritualmente y lograr la
humildad, difícil y bella cualidad que es como una perla del mar. Por tal
razón, planifican nacer en lugares marginados o de nivel económico medio.



E) El temor, la angustia, la inseguridad cierran la
puerta a la abundante provisión, atormentan el vivir. Quien teme a la escasez
no puede soltarla, se aferra a ella con desesperación; por lo tanto, no logra
liberarse. La falta de fe en Dios y un vivir entris- tecido, escéptico de toda
mejora económica, mantienen a las personas sumidas en el fracaso, en la
inconformidad; por lo tanto, no prosperan en sus propias vidas.



Solamente, cuando las
riquezas se usan sin egoísmo, para beneficio también de los demás, desde lo
interno, sin esclavizarse a ellas, pueden perdurar por varias vi- das y dan
buenos frutos. Por supuesto, no se genera una condición karmática sino
darmática o de buena compensación



 

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