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La palabra bien dicha o mal dicha ...
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He aprendido que la palabra mal
dicha o bien dicha puede causar efectos en el otro y en nosotros mismos.

He vivido situaciones donde la
palabra no es más que un cuchillo que hiere el alma, y cuando el alma esta
herida no cicatriza fácilmente.

Hoy no necesito palabras….

La
desconsideración, la deshonestidad, no hacer lo que se dice, la impuntualidad,
incumplir los acuerdos, son actos hostiles, que resultan una burla y una falta
de respeto hacia los demás, que comprometen nuestra seriedad e integridad
personal, y además fomentan el conflicto y la discordia.


A todos nos
tranquiliza y nos hace sentir confiados, estar ó relacionarse con alguien que
hace lo que dice, que está comprometido con su palabra y la honra cumpliéndola,
alguien que cumple lo que dice que hará, sea lo que sea, y en caso de que
realmente no vaya a poder hacerlo, lo comunica con tiempo y se disculpa por su
incumplimiento. Cuando alguien actúa así, transmite seguridad y confianza,
factores clave para una relación sana en cualquier ámbito. La práctica de la
Integridad es el gran promotor de la armonía, la claridad, la unión y la honra,
hacia nosotros mismos y hacia los demás, por otro lado, siempre hallaremos la
falta de integridad en la raíz del conflicto, los inconvenientes y la discordia
en nuestras relaciones, incluyendo la relación que tenemos con nosotros mismos.

Por su
parte, carmenlobo.blogcindario.com nos relata, que la palabra es la expresión
cumplida
Nota de
Lucia Almendros:

"Uno llega a ser grande por lo
que lee y no por lo que escribe.” Jorge Luis Borges

Que
importante es respetar y mantener la palabra dada, más cuando nadie no obliga a
ello, sin embargo, sabemos, que una vez que la damos hay que cumplir con lo que
ella involucra.

En la
medida que nos interrelacionamos, cualquiera sea el rol que desempeñamos,
debemos ser fiel a la palabra , lo que ella encierra.

Cuando
prometemos algo, nos comprometemos en cumplir, debemos determinar  lo que
ello encierra, puesto que desde ese momento estamos obligado a que sea una realidad,
esta en juego nuestra conducta, personalidad, confianza, respeto, credibilidad.

Es por
eso, que antes de dar la palabra determinemos su alcance, repercusiones, lo que
ello encierra, lo que se esta en juego, a través de ella nos damos a conocer, a
que se tenga un buen juicio de nuestra seriedad, que se nos crea, de lo
contrario nunca se nos considerara como personas que cumplen lo que promete.

Al
respecto nos comenta paginaabierta.com que a través de la palabra y de nuestros
actos, revelamos si somos íntegros o no. La seriedad, honestidad y
responsabilidad con lo que decimos y hacemos refleja nuestra Integridad

El
incumplimiento de la palabra es un acto de violenciade lo que somos. Es el
único patrimonio que nos queda cuando no nos queda nada.


Es la forma
en que nos definimos y en la que nos entienden.


Respetarla
es respetarnos; desecharla es creer que no ser nada es mejor que ser lo que
somos; es aborrecernos.


De algunos
es entendible.


La palabra
no permite matices, no quiere dobleces de si misma, es pura, pero no puritana,


es
 real, pero no entiende de superficialidades, es inmortal, es invencible,
 pues perdura más allá de nuestros días,


aunque a
muchos les duela, que aunque no esté escrita, nos quede en la memoria.


Quien no
tiene la palabra no la entiende, ni la ama, ni tan siquiera la necesita.


Vive inmerso
en su vacío, en sus frases marchitas, en sus sonidos huecos, en sus vocablos
deshechos.


Quien
reniega de ella lo hace porque la teme,  porque la cree innecesaria. La
tomaría si no fuera porque desconocerla


lo
aterroriza y por no dominarla, no poder vencerla en una lucha entre verdades,


mentiras, y
verdades a medias, ganaría siempre la palabra.


Verdad sin
excusas. La palabra nos une nos hace entendible el mundo, expresables los
pensamientos, los sentimientos los hace artes, y comprensible las gentes.

En
conclusión, debemos estar muy atento como manejamos nuestra palabra, que tanto
nos respetamos y respetamos a los demás, no prometamos nada  sin saber si
realmente podemos cumplir, consideremos una vez más, que nadie nos obliga, es
nuestro libre albedrío que lo hace. Tengamos en cuenta lo que nos dice Lina
Cristiano, que las palabras de las personas no siempre están sustentadas por
hechos, a veces demuestran que lo que dicen son sólo palabras…..”, y en ese
caso, no sabrás si creer ó no en ellos, no son confiables, carecen de
credibilidad, no son íntegros, sin embargo, remítete a los hechos, mira su
vida, mira lo que hace consigo mismo y con los demás, mira como se conducen,
eso es lo que finalmente revelará la auténtica Verdad

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