Meditación Individual
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Meditación Individual



Postura Física. Adoptemos una posición cómoda al cuerpo, pero teniendo
en cuenta que la columna vertebral debe estar recta, es conveniente
cerrar los circuitos energéticos (manos cruzadas, manos en contacto).
Respiración. Establecida la postura adecuada, centremos la atención en
el ritmo respiratorio. Iniciemos una respiración completa de carácter
profundo: inspiremos lentamente, retengamos algunos segundos (adecuado a
la capacidad individual) sin producir cansancio y expiremos muy
lentamente. Efectuemos de cinco a diez respiraciones controladas.
Control Emocional. Centremos la atención en nuestro estado anímico,
registremos el grado de excitación emocional y conduzcamos el cuerpo de
los sentimientos a un estado de tranquilidad, adoptando la posición del
observador, sin identificarnos con las emociones. Observación de las
Ideas Elevemos nuestro estado consciente al nivel mental, y percibamos
el continuo fluir de las ideas. Asumamos la posición del observador, sin
identificarnos con las ideas, permaneciendo en calma, mientras las
ideas fluyen continuamente, intentando no quedar atrapados con ninguna
de ellas. Alineamiento de la Personalidad. Desde el nivel del
observador, contemplemos rápida y sucesivamente al cuerpo físico, la
respiración, el cuerpo emocional y el cuerpo mental. Veámoslos como un
todo integrado y coherente. Esto constituye la etapa de alineamiento y
control. Etapa del "COMO SÍ" Mientras nos mantenemos en la actitud del
observador, iniciemos un nuevo esfuerzo. Visualicémonos nosotros mismos
desde la posición del observador "como si fuéramos el alma". Asumamos la
actitud de que somos un alma manifestándose por medio de una
personalidad integrada. Emisión de la Palabra Sagrada. Identificados
con el alma y desde ese estado, pronunciemos el AUM (OM) tres veces. La
primera vez en voz alta, para impresionar el cuerpo físico, la segunda
vez en tono más bajo, para aquietar al cuerpo emocional, la tercera vez,
en tono casi inaudible para sintonizar al cuerpo mental. Afirmación
Reflexiva. Expresar en voz alta y con firmeza YO SOY EL ALMA, CUYA
NATURALEZA ES LUZ, AMOR Y VOLUNTAD. YO SOY EL PLAN, Y ME UNIFICO CON
TODO LO QUE RESPIRA. PURIFICO MI VIDA ASTRAL Y SÉ QUE SOY UN CANAL PARA
EL AMOR DE DIOS ME MANTENGO ERGUIDO POR EL AMOR Y LA FORTALEZA DIVINOS.
Conexión con el Alma. Luego, visualicemos que la personalidad y el alma
están fusionados y son una sola expresión, desde el nivel del alma
alcanzado, emitir la palabra sagrada (OM) una sola vez hacia el mundo.
La Gran Invocación. Luego, reconociéndonos como un canal de la energía
divina, recitar la gran invocación: Desde el punto de Luz en la Mente de
Dios, Que afluya Luz a las mentes de los hombres, Que la Luz descienda a
la Tierra. Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios, Que afluya
Amor a los corazones de los hombres, Que Cristo Retorne a la Tierra.
Desde el centro donde la voluntad de Dios es conocida, Que el propósito
guíe a las pequeñas voluntades de los hombres, El Propósito que los
Maestros conocen y sirven. Desde el centro que llamamos la raza de los
hombres, Que se realice el Plan de Amor y de Luz, Y selle la puerta
donde se halla el mal. Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el
Plan en la Tierra. Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan
en la Tierra. Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la
Tierra. Finalización. Finalicemos el trabajo emitiendo tres veces la
palabra sagrada AUM (OM)
Categoría: Meditaciones | Agregado por: TerapiasDiarias (22.de Marzo.2011)
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