Compartelo en facebook El perdón libera de ataduras que amargan el alma y enferman el cuerpo. Muchos de nuestros intentos de perdón fracasan pues confundimos esencialmente lo que es perdonar y nos resistimos ante la posibilidad de empequeñecer los eventos ocurridos u olvidarlos. El perdón no es olvido, no es olvidar lo que nos ocurrió. No significa excusar o justificar un determinado evento o mal comportamiento. No es aceptar lo ocurrido con resignación. No es negar el dolor. No es minimizar los eventos ocurridos. Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo. No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. Creemos erradamente que el perdón debe de conducirnos inexorablemente a la reconciliación con el agresor. Pensamos que perdonar es hacernos íntimos amigos de nuestro agresor y por tal motivo lo rechazamos. No implica eso para nada, el perdón es UNICAMENTE PARA TI y para nadie más. No hay que esperar que la persona que nos agredió cambie o modifique su conducta pues lo más probables es que ésta persona no cambie y es más, a veces se ponen hasta peor. El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó. La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento. Te tiene encadenado. El perdón se debe de realizar "sin expectativas" sin esperar que nada suceda. Si esperamos que el agresor acepte su error, estaremos esperando en vano y gastando nuestro tiempo y nuestras energías en una disculpa que jamás llegará. Si estamos esperando esta reacción, luego de haber perdonado, pues realmente no perdonamos de corazón pues seguimos esperando una retribución, un resarcimiento. Seguimos anclados en el problema, en el ayer, queriendo que nos paguen por nuestro dolor. Entonces no hemos perdonado, y quien tiene el control de nuestra vida es el EGO. EGO que quiere a toda costa castigar o cobrar al agresor. No existe nada ni nadie que pueda resarcir el dolor ocasionado en el pasado, el pasado no tiene cómo ser cambiado. Ningún tipo de venganza o retribución podrá subsanar los momentos de tristeza y desolación que vivimos, lo mal que nos sentimos. Al esperar una disculpa, que se acepte el error; nada de eso cambiarán los hechos, lo ocurrido en el pasado, sólo estaremos queriendo alimentar nuestro ego, nuestra sed de justicia mal enfocada. La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes. El perdón es una declaración que podemos y debemos renovar a diario. Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas. Aceptamos que somos APRENDICES! Perdonando desde nuestro corazón, logramos mirar los hechos tal y como sucedieron y luego decidimos dejarlos ir, dejarlos en el ayer. Que la lección ya se encuentra aprendida y que hemos logrado vencer las circunstancias negativas que nos tocaron vivir. Perdona para que puedas ser perdonado. Recuerda que con la vara que mides, serás medido... Cuento En cierta ocasión, durante una elegante recepción, de bienvenida al nuevo Director de Marketing de una importante compañía Londinense, algunas de las esposas de los otros directores, querían conocer a la esposa del festejado y le preguntaron con cierto morbo: Tu esposo, te hace feliz?. El esposo, quien no estaba en ese momento a su lado, pero sí lo suficientemente cerca para escuchar la pregunta, prestó atención a la conversación e incorporó ligeramente su postura, en señal de seguridad, y hasta hinchó un poco el pecho, orgullosamente, pues sabía que su esposa diría que sí, ya que ella jamás se había quejado durante su matrimonio. Sin embargo, para sorpresa suya y de los demás, la esposa, respondió con un rotundo - NO, NO ME HACE FELIZ. En la sala se hizo un incómodo silencio como si todos los presentes hubieran escuchado la respuesta de la mujer. El marido estaba petrificado. No podía dar crédito a lo que su esposa decía, y menos en un momento tan importante para él. Ante el asombro del marido y de todos, ella simplemente se acomodó enigmáticamente sobre su cabeza su elegante chalina de seda negra y continuó: - No, él no me hace feliz ,Yo soy feliz! El hecho de que yo sea feliz o no, no depende de él, sino de mí. YO soy la única persona de la que depende mi felicidad. YO determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida, pues si mi felicidad dependiera de otra persona, de otra cosa o de circunstancias sobre la faz de esta tierra, estaría en serios problemas. - Todo lo que existe en esta vida cambia continuamente: El ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc. Y así podría decir una lista interminable… A través de toda mi vida, he aprendido algo: YO DECIDO SER FELIZ y lo demás son "experiencias o circunstancias", como ayudar, comprender, aceptar, escuchar, consolar y junto a mi esposo lo he vivido y practicado tantas veces… …la felicidad siempre se apoyará en el verdadero perdón y en el amor, así mismo y a los demás… - …No es responsabilidad de mi esposo hacerme feliz... Él también tiene sus "experiencias o circunstancias”, lo amo y el me ama, muy a pesar de sus circunstancias y de las mías… - Él cambia, yo cambio, el entorno cambia, todo cambia; habiendo amor y perdón verdadero, y observando esos cambios, (los cuales tal vez puedan ser fuertes o no, pero existen ), hay que enfrentarlos con el amor que hay en cada uno de nosotros, si los dos nos amamos y nos perdonamos; los cambios serán sólo "experiencias o circunstancias” que nos enriquecen y que nos dan fortaleza, de lo contrario, solo habremos sido parejas de "paso”. El amar verdaderamente, es difícil, es dar amor y perdonar incondicionalmente, vivir, tomar las "experiencias o circunstancias” como son, enfrentarlas juntos y ser feliz por convencimiento. Hay gente que dice: - No puedo ser feliz porque estoy enfermo, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque me insultaron, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró! Pero lo que, muchos, no saben, es que se puede ser feliz aunque… estés enfermo, aunque haga calor, tengas o no dinero, aunque alguien te haya insultado, o alguien no te haya amado o no te hayan valorado. Ser feliz es una actitud ante la vida y cada uno decide! Ser feliz, depende de ti!
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