Compartelo en facebook Se puede decir que mentira es expresar algo a sabiendas que no es verdad, con intención de engañar; en consecuencia, se puede inferir que mentir es decir lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa, donde el contenido del mensaje expresado no refleja la realidad o desvirtúa el contexto. Cuando se miente se engaña, y el engaño en si contiene una intencionalidad. Podemos preguntarnos entonces: ¿Qué nos lleva a mentir? Las razones son muy diversas, y si las consecuencias de la mentira son graves, esto genera mayor incitación para no decir la verdad, se miente para: - No asumir las
responsabilidades de los actos. - Manipular y controlar el
comportamiento de los demás por razones políticas, económicas, sociales, laborales y amorosas entre otras. - Ayudar a otras personas a
conseguir sus objetivos. - Evitar o minimizar
conflictos personales. - Proteger la intimidad.
- Lograr lo que nos proponemos
(aumentar nuestro currículum, exagerar nuestras cualidades en las primeras citas, etc.) - Evitar vergüenza por
un hecho, y por el temor a sus consecuencias. - Engañar propiamente dicho.
Muchos profesionales especializados en estudiar la conducta humana opinan que la mentira contiene: Ocultación: Se omiten elementos o datos importantes; se suprime la verdad a través de silencios, descripciones imprecisas, evadiendo preguntas, etc. Se dice que es el tipo de mentira más frecuente y más difícil de demostrar. Falsificación: Se trata de engañar suministrando información falsa. El mentiroso requiere de buena memoria y un gran esfuerzo mental. ¿Alguna vez un amigo o familiar te ha traicionado?; ¿Alguien te ha mentido de forma intencional o cruel?; ¿La persona en quien confiabas te mintió sin medir las consecuencias y el daño a tus sentimientos? Todos de una u otra forma hemos vivido la experiencia de ser víctimas de una mentira o engaño; resulta difícil asimilar que nos mintieron o que fuimos engañados, porque el impacto emocional nos hace perder la confianza que teníamos en la persona que nos mintió. Es normal sentir rabia, rencor, odio, resentimiento, impotencia o incertidumbre, pero debemos internalizar que lo más importante es nuestra salud mental y física. Lo primordial de vivir esta situación es comprender que, quien te engaño es quien tiene el problema, porque la persona que miente no sabe afrontar una situación en particular, y por ende engaña para solucionar a su manera un problema. Cuesta asimilar que nos mintieron, pero quien verdaderamente pierde es el mentiroso, por eso lo mejor es tratar de no guardar rencor, y comprender que quien te mintió se equivocó y perdió la confianza que se le tenía. La vida sigue, debemos aprender de las experiencias, sacar lo positivo, perdonar y seguir adelante. La verdad siempre aflora, nunca una mentira se mantiene por siempre. El mentiroso no es feliz porque dentro de sí siempre tiene el temor de ser descubierto, y una mentira lo conlleva a otras, hasta que las leyes universales cumplen su mandato y aflora la realidad. Por eso es necesario amarnos y aceptarnos como somos, y si tenemos una circunstancia que nos causa miedo a perder lo que tenemos, es mejor sacar valentía y enfrentar la situación para evitar males mayores, porque el amor, el tiempo, el arrepentimiento y el perdón todo lo pueden.
María Luz Del Sol (María Luz Álvarez) www.marialuzdelsol.com
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