La autocuración, un poder mental escondido
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En
la mayoría de las sagas medievales donde el héroe lucha contra
monstruos y dragones, existe una metáfora escondida: la lucha del hombre
contra sus propios miedos. Mientras combate contra sus fantasmas
interiores, descubre que está dotado de poderes insospechados.
Por
lo que en el camino del autoconocimiento, las sorpresas son enormes.
Iniciar el recorrido del héroe interior es un viaje apasionante que
todos deberíamos hacer alguna vez en la vida.
La mayoría de la gente
muere sin haber realizado esta gran aventura, una de las más fascinantes
que pueda experimentar el ser humano. Y es que un ser que se conoce a
sí mismo, es ingobernable, libre e independiente: un peligro en potencia
para cualquier sistema de poderes, así que se nos trata
sistemáticamente de distraer de esta tarea, la que relegamos
infinitamente, poniendo nuestra atención en todas las distracciones con
las que evitan que conozcamos nuestros poderes interiores.
Uno de los más temidos por los que nos gobiernan es el de la auto-curación.
Todos los animales y las plantas, están dotados de estrategias de
auto-regeneración, desde sus mismas células hasta (en los seres más
complejos como los humanos, con el poder
mental). La auto-curación es una función biológica natural del
organismo y podemos llevarla a cabo en la mayoría de las enfermedades
que nos atacan durante nuestra vida.


En
el nuevo paradigma científico, el concepto de enfermedad ha cambiado
radicalmente. Antes, la enfermedad era vista como un agente externo que
atacaba tu cuerpo, y el tratamiento se basó en detener los síntomas.
Toda la medicina occidental y oficial se ha basado en esta idea errónea,
centrándose en eliminar los síntomas, sin atacar el verdadero origen.


En
la actualidad se sabe que la enfermedad es un desequilibrio energético
de origen emocional, y que sus síntomas indican que el cuerpo ha
iniciado el proceso de auto-curación.
El origen de todas las
enfermedades suele ser un problema de percepción de la realidad. Un
suceso no es tomado positivamente por el individuo. Lo percibe en forma
negativa y se produce un shock emocional. No nos damos cuenta cuando
esto ocurre, porque nos han enseñado a no atender a nuestras emociones:
las señales más claras del curso de nuestro equilibrio.

Un
shock emocional, aunque pase desapercibido, siempre altera el
equilibrio energético de nuestro cuerpo. El nuevo paradigma describe al
cuerpo humano como un sistema que procesa energía e información, muy
ligado a su medioambiente, y ya no como un pedazo de carne. Por lo que
un shock emocional produce una reacción física inmediata. Enciende las
alertas y el cuerpo inicia su proceso de auto-curación del trauma
inicial, para minimizar los daños.


Cuando
enfermamos, debemos detectar qué situación nos ha hecho sentir mal.Como
algunas emociones desencadenan los síntomas muchos años por delante de
sucedido el shock, una buena guía es conocer la decodificación que hace
cada órgano de las diferentes emociones.

Categoría: Articulos varios | Agregado por: ADMINISTRADOR (08.de Marzo.2012)
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