La autocuración, un poder mental escondido
Compartelo en facebook En la mayoría de las sagas medievales donde el héroe lucha contra monstruos y dragones, existe una metáfora escondida: la lucha del hombre contra sus propios miedos. Mientras combate contra sus fantasmas interiores, descubre que está dotado de poderes insospechados. Por lo que en el camino del autoconocimiento, las sorpresas son enormes. Iniciar el recorrido del héroe interior es un viaje apasionante que todos deberíamos hacer alguna vez en la vida. La mayoría de la gente muere sin haber realizado esta gran aventura, una de las más fascinantes que pueda experimentar el ser humano. Y es que un ser que se conoce a sí mismo, es ingobernable, libre e independiente: un peligro en potencia para cualquier sistema de poderes, así que se nos trata sistemáticamente de distraer de esta tarea, la que relegamos infinitamente, poniendo nuestra atención en todas las distracciones con las que evitan que conozcamos nuestros poderes interiores. Uno de los más temidos por los que nos gobiernan es el de la auto-curación. Todos los animales y las plantas, están dotados de estrategias de auto-regeneración, desde sus mismas células hasta (en los seres más complejos como los humanos, con el poder mental). La auto-curación es una función biológica natural del organismo y podemos llevarla a cabo en la mayoría de las enfermedades que nos atacan durante nuestra vida. En el nuevo paradigma científico, el concepto de enfermedad ha cambiado radicalmente. Antes, la enfermedad era vista como un agente externo que atacaba tu cuerpo, y el tratamiento se basó en detener los síntomas. Toda la medicina occidental y oficial se ha basado en esta idea errónea, centrándose en eliminar los síntomas, sin atacar el verdadero origen. En la actualidad se sabe que la enfermedad es un desequilibrio energético de origen emocional, y que sus síntomas indican que el cuerpo ha iniciado el proceso de auto-curación. El origen de todas las enfermedades suele ser un problema de percepción de la realidad. Un suceso no es tomado positivamente por el individuo. Lo percibe en forma negativa y se produce un shock emocional. No nos damos cuenta cuando esto ocurre, porque nos han enseñado a no atender a nuestras emociones: las señales más claras del curso de nuestro equilibrio. Un shock emocional, aunque pase desapercibido, siempre altera el equilibrio energético de nuestro cuerpo. El nuevo paradigma describe al cuerpo humano como un sistema que procesa energía e información, muy ligado a su medioambiente, y ya no como un pedazo de carne. Por lo que un shock emocional produce una reacción física inmediata. Enciende las alertas y el cuerpo inicia su proceso de auto-curación del trauma inicial, para minimizar los daños. Cuando enfermamos, debemos detectar qué situación nos ha hecho sentir mal.Como algunas emociones desencadenan los síntomas muchos años por delante de sucedido el shock, una buena guía es conocer la decodificación que hace cada órgano de las diferentes emociones. | |
Categoría: Articulos varios | Agregado por: ADMINISTRADOR (08.de Marzo.2012) | |
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